ALICANTE. Hace tiempo que las matemáticas son el gran aliado del Elche, algo que dista de ser un buen síntoma, pero es lo que hay.
Con su empate con el Cádiz de la noche del lunes, el equipo franjiverde cerró la jornada 17 con 5 puntos, a nada menos que 12 de la permanencia en LaLiga Santander. En el Nuevo Mirandilla, el equipo de Pablo Machín arrancó la cita de la peor manera: con gol en contra en una acción mal defendida. Lo mismo de siempre. Eso sí, está vez logró recuperar la verticalidad e incluso amenazar la de su contrincante. Es verdad que el tanto del empate de 'Eze' Ponce llegó en una jugada en la que el delantero rosarino estaba en posición antirreglamentaria, pero ni Carlos Del Cerro Grande ni Ignacio Iglesias Villanueva en el videoarbitraje ni los asistentes de ambos lo vieron y el gol subió al marcador. Ahora bien, el Elche hizo méritos para marcar en otras acciones, tanto antes del descanso como después del mismo y del desarrollo global del choque cabe inferir que tanto él como el Cádiz están por méritos propios en la zona de descenso, pero no hay tanta diferencia futbolística entre amarillos y franjiverdes como reflejan los 11 puntos que les separan en la clasificación.
El Elche compite, planta batalla y, a juzgar por el rendimiento ofrecido por algunas de las nuevas incorporaciones (el concurso de Carmona y de Lautaro se notó para bien) y la vuelta de Fidel, va a más... otra cosa es que le dé para pelear la permanencia de manera efectiva.
La defensa volvió a flaquear, especialmente por el centro, y el equipo sigue pidiendo a gritos 'vis' creativa en los tres cuartos. El ecuador del mercado de fichajes de invierno ya se ha superado, uno de los últimos trenes hacia la permanencia está más cerca de partir.