MADRID. Snap no ha logrado demostrar al mercado su capacidad para capitalizar la resistencia del gasto publicitario en diferentes partes de la economía. Esto es especialmente problemático para la empresa después de que Meta publicara cifras tan buenas en el mismo trimestre, ya que insinúa que las preocupaciones de Snap no son de naturaleza macroeconómica, sino principalmente internas, ya que la empresa no logra implementar estrategias que mejoren sus márgenes al menos hasta niveles competitivos.
Aunque la empresa ha hecho crecer su DAU (usuarios activos diarios) y su servicio Snap+ AI, no ha sido capaz de hacerlo en los mercados que aportan ingresos reales como son Estados Unidos y Canadá. Esto es especialmente problemático de cara al año que viene, ya que se espera que la divergencia entre los ingresos en los mercados desarrollados y en desarrollo aumente a medida que cambien las condiciones financieras.
Además, según estas cifras, los despidos de esta semana parecen más que necesarios, ya que la empresa tendrá que replantearse su estrategia; sobre todo en términos de monetización, a medida que la competencia por la innovación se hace más feroz ante unas condiciones financieras más laxas.
La tónica de esta temporada de resultados ha sido que el mercado está más interesado en la capacidad de las empresas para obtener beneficios en el futuro que en los beneficios reales de hoy, dadas las expectativas de rápido crecimiento, sobre todo en el segundo semestre. El hecho es que Snap está mucho más lejos de lo que esperaba el mercado y, por lo tanto, está pagando el rally que registró en los últimos meses, cuyo objetivo era poner en precio las expectativas positivas para el próximo ciclo monetario.
En el futuro, la empresa tendrá que replantearse su estrategia para ofrecer a los inversores márgenes más saneados y el mensaje de que podemos esperar que la empresa vuelva a ser competitiva en el contexto de un espacio tecnológico en rápida evolución.
Thomas Monteiro es analista senior de Investing.com