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del derecho y del revés / OPINIÓN

Sin agua para regar los tomates

8/05/2022 - 

Me encontré, sin haberlo previsto, el pasado miércoles en una tertulia radiofónica hablando del problema del agua, que es una cuestión histórica en nuestra Comunidad y, sin comerlo ni beberlo tampoco, discutiendo -educadamente, eso sí- con uno de mis contertulios. La discusión se centró en si los últimos pasos del Gobierno en cuanto al recorte del trasvase del Tajo-Segura es o no de índole política. En mi opinión sí lo es y, además, los partidos contrincantes no se han hecho esperar con sus declaraciones y reivindicaciones, dando muestra de la importancia de este tema. El rédito político que pueden sacar los opositores de este tipo de decisiones impopulares es evidente.

Hemos de defender el derecho de la Comunidad Valenciana a recibir el agua necesaria para sus cultivos, así como para mantener su economía que, en definitiva, redunda en el bien y progreso de nuestro país en su conjunto. Es básico que exista solidaridad entre las regiones, que en muchos casos lamentablemente brilla por su ausencia. De otra parte, necesitamos planificar de qué manera recoger el agua para poder utilizarla cuando vuelva a llover de manera torrencial, como ha ocurrido este año. Imágenes como la que hemos visto de grandes cantidades de agua de las últimas lluvias desperdiciadas son hirientes, dada la sequía que arrastra nuestro país desde hace décadas.  

Estamos teniendo en el tema del agua noticias positivas y negativas de manera casi simultánea. Da la sensación de que las noticias buenas de hace poco más de dos semanas fueran una especie de caramelito, un premio de consolación para endulzar el sapo que se avecinaba y que, si algo o alguien no lo evita, nos vamos a tener que tragar. Les doy más detalles: La Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó y la Confederación Hidrográfica del Júcar habían acordado en abril la puesta en marcha, a partir de mayo, del suministro de agua mediante esta infraestructura hidráulica a las comarcas del Vinalopó -Alto, Medio y Bajo- y del Alacantí. Concretamente, el acuerdo contemplaba el envío de más de 18 hm³ hasta el mes de diciembre, lo que ponía fin a diez años de desencuentros entre los regantes y el Gobierno.

La alegría que les acabo de comentar ha quedado empañada por la propuesta, aprobada en el Consejo del Agua de la Confederación Hidrográfica del Tajo, consistente en incrementar en un 43% el caudal ecológico del Tajo. En caso de dar luz verde a esta decisión en el Consejo de ministros del próximo martes, supondrá un verdadero mazazo para la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. El incremento del caudal ecológico se traducirá en recortes en el agua trasvasada. Los socialistas valencianos y murcianos dicen estar trabajando para conseguir que el Gobierno de la nación no lo acepte, pero da la sensación de que lo suyo sea predicar en el desierto, nunca mejor dicho. Las críticas por parte del PP de ambas Comunidades hacia el PSOE, especialmente hacia la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, no se han hecho esperar. Ribera apuesta por el agua desalada, ignorando, tal vez, el elevado coste de este recurso, que hace que por el momento esta opción no sea viable para convertirse en una verdadera alternativa para el riego. Parece que a la ministra no le preocupen excesivamente los regantes, los cultivos, los agricultores y en definitiva la economía de estas regiones. La decisión de la Confederación del Tajo debería haber contemplado ciertos plazos para ejecutar los cambios que se propone, a fin de permitir a los afectados buscar otras soluciones a sus carencias hídricas.

El recorte que se prevé sea aprobado es de más de cien hectómetros anuales. En caso de consumarse, el perjuicio económico y laboral se calcula en ciento doce millones de euros y 5.000 empleos, según el propio plan de cuenca, que aprobó el Consejo del Agua de la Confederación Hidrográfica del Segura.

Los regantes quieren exigir que los presidentes de la Junta de Andalucía, de la Región de Murcia y de la Comunidad Valenciana se planten ante Sánchez para evitar la aprobación del trasvase. Por su parte, la Diputación de Alicante, con Mazón a la cabeza con su expresivo a la par que simplista lema “o socialistas, o agua”, ha aprobado esta semana una moción, en la que rechaza el cambio en el trasvase.

Es cierto que llevamos un tiempo de lluvias intensas en nuestra Comunidad que posiblemente sean consecuencia del cambio climático, lo que podrían hacernos pensar que ya no es necesario el trasvase. Sin embargo, estos territorios siguen necesitando contar con un importante aporte de agua para poder subsistir. Veremos lo que nos depara el futuro, pero seguimos queriendo disponer de las frutas y hortalizas en nuestra mesa. A ver si ahora nos van a dejar sin agua y vamos a terminar teniendo que comprar los tomates en Marruecos, que sería el colmo.

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