ALICANTE. En el Hércules siguen a lo suyo, es decir, a ver pasar los días. Este martes se cumplían tres desde que el equipo mordió el polvo en el 'play-off' de ascenso a Primera RFEF sin que nadie no solo hubiese dado la cara para disculparse por lo sucedido, también para hablar del futuro.
Con los aficionados emplazándose a acudir a la manifestación del domingo y el Intercity aguardando una llamada para sentarse a retomar los contactos para una hipotética fusión (estos descarrilaron hace un año, por un desacuerdo con las garantías), en el club blanquiazul siguen sin mover ficha, empezando por Enrique Ortiz: fiel a la hoja de ruta más dura de cuantas incluye su particular manual de cómo proceder en los finales de temporada en los que la moneda sale cruz, el empresario se mantiene a la espera, bien de que aparezca un caballo blanco o cooperador necesario para distraer la atención (a corto, medio o largo plazo), bien de conocer el impacto de la movilización del domingo y de si los políticos se dan por aludidos.
El único que ha abierto la boca hasta el momento ha sido Sergio Mora, pero en la obligada comparecencia de prensa tras el empate frente al Unión Adarve. El técnico madrileño, el resto de integrantes del cuerpo técnico y la plantilla se encuentran ya de vacaciones. Por lo que se refiere al director deportivo, Carmelo del Pozo, sigue trabajando junto a sus compañeros de la comisión deportiva, a la espera de conocer qué quiere Ortiz de ellos (la temporada pasada, cuando el empresario optó por la continuidad de Del Pozo pero, al tiempo, aplicando un tijeretazo al presupuestario que complicaba que Ángel Becerra y Alejandro Varela pudieran seguir en el club, estos dos se fueron de vacaciones forzosas para que el hipotético finiquito a abonarles fuera menos gravoso para el club).
En la acera de enfrente
Hablando de directores deportivos, en la acera de enfrente, en el Intercity, no esconden que buscan un recambio a Quique Hernández, tras haber manifestado este su deseo de no continuar en el cargo: el de Anna no está vinculado al club por un contrato de alta dirección, lo está por una relación laboral ordinaria, un contrato indefinido... que sigue en vigor. Desde el pasado mes de diciembre y hasta el miércoles de la semana pasada, Ortiz ha negado en varias ocasiones a Alicante Plaza que tenga voluntad de incorporar a Hernández al organigrama del Hércules. Ahora no hace lo contrario, simplemente no se manifiesta, a diferencia de lo que hace el otro equipo de la ciudad, un Intercity que si todo se mantiene como hasta ahora (o se aborda una fusión y esta no sale adelante), competirá en la 2022/23 en la Primera RFEF.
Desde que el equipo de Gustavo Siviero (quien como Mora también acaba contrato, pero tiene muchas novias) lograse el ascenso a Primera RFEF al proclamarse campeón de grupo en La Nucía, Hernández y la directiva (especialmente el presidente Salvador Martí) no han escondido sus diferencias respecto al objetivo a perseguir la próxima campaña: al director deportivo le parece fuera de lugar que la meta sea el ascenso a LaLiga SmartBank, la única que se contempla en la cúpula del club y entre los accionistas de referencia.
"Queremos hacer una plantilla competitiva para lograr el ascenso, estemos en la categoría que estemos. Este año lo hemos conseguido y el objetivo la próxima temporada será el mismo", decía este martes Martí por medio de un comunicado en el que el CEO del Intercity, Toni Gallego, se manifestaba en la misma línea: "La entidad trabaja en hacer un proyecto ambicioso de cara a la temporada que viene y realizar el primer intento de llegar al fútbol profesional, que al final es nuestro objetivo principal", apuntaba.