VALÈNCIA. Hace tiempo me contaban la historia de una familia de un pueblo español que acabada la Guerra Civil tenía unos grandes ahorros en el banco local, que en ese momento le hubieran permitido comprar gran parte de las casas de la localidad. En vez de hacer eso, esta familia se dedicó a completar su renta con los intereses que el banco le daba en sus plazos fijos y depósitos. A la vuelta de dos décadas ya no eran capaces de comprar gran parte de las casas de la localidad con sus ahorros, dado que estos habían perdido tanto poder adquisitivo que la familia ya no podía hacer grandes cosas, ni siquiera completar sus ingresos con unos intereses que pudieran ser considerados abundantes. Este es el grave problema de la inflación y de la poca previsión a la hora de invertir.
Hoy en día, y según dice Bank of America, el cash es el rey. Y sí, así es. Entre la tremenda impresión de dinero de los bancos centrales, los fondos Next Generation en Europa y los planes de infraestructuras en EE UU, el ahorro producido en la pandemia y todo el cash que aun se mantienen en renta fija y depósitos, el mundo nada y nadará en cash los próximos años. En España, tan solo, tenemos mas un billón de euros en depósitos bancarios y unos 200.000 millones de euros en fondos de renta fija. Todo este dinero está empezando a moverse en un mundo con problemas de oferta. El resultado es una inflación que tiende a acelerarse en una espiral que no deja de crecer. El dinero se mueve, genera inflación y más dinero debe moverse para no perder poder adquisitivo lo que provoca más inflación. Y todo ello en un mundo con problemas de restricciones e imprevisión. La crisis energética es reflejo de esta situación.
Frente a esto los inversores profesionales saben que deben buscar rentabilidades que superen el 10% anual para sus clientes, pero ¿se darán cuenta los ahorradores de a pie que pierden poder adquisitivo a razón de mas de un 5% anual y que acabarán como la familia de la historia?, ¿intentarán buscar nuevas inversiones que les permitan obtener más por sus ahorros y conservar el poder adquisitivo de su dinero Lamentablemente la gran mayoría no lo hará, pero otros muchos sí.
¿Y dónde se pueden realizar esas inversiones que nos ayuden a mantener el poder adquisitivo?, ¿hacia dónde están fluyendo ese cash? Muchos de esos flujos irán irremediablemente hacia el mundo inmobiliario y eso ya está sucediendo. Con tibieza en España pero con fuerza en EE UU donde los precios están marcando subidas interanuales superiores al 20%, y hay incluso tortas por comprar según que propiedades.
Imaginen cuánto deben rentar los ahorros para mantener el poder adquisitivo frente a estas subidas del 20% en vivienda al año. En todo caso el mundo inmobiliario es uno de esos lugares en los que - si compramos bien- mantendremos el poder adquisitivo a largo plazo y en los que más subidas de precios vamos a ver poniendo más problemas sobre los jóvenes en busca de su primera vivienda.
La otra inversión que se llevará una parte importante de los flujos es la renta variable. A pesar de las subidas continuadas del mercado, en una parte importante marcadas por estas tendencias continúan habiendo muchas oportunidades y las acciones de más calidad siguen a mí parecer baratas. Estoy convencido que aún veremos muchas subidas en bolsa en los próximos años, en gran parte impulsadas por la inflación y la falta de alternativas.
Otro tipo de inversión que está acelerando tremendamente es la inversión en empresas , ya sean consolidadas (private equity) o de nueva creación (start-ups). Cuesta ver en el pasado una situación en la que estas dos opciones de inversión contaran con tanto dinero disponible para llevar a cabo sus proyectos. Este es el mejor de los mundos posible para los jóvenes emprendedores, que pueden encontrar la financiación que necesitan para desarrollar sus ideas de negocio. Y de hecho cada día aumenta el numero de empresas que encuentran financiación para nacer (capital semilla) o crecer en las muchas incubadoras y aceleradoras que existen en España y fuera de ella. Como siempre, y a pesar de que culturalmente en España nos cuesta emprender, el mundo pertenece a los emprendedores, que con sus ideas pueden impactar en los inversores ávidos de buenas ideas y lideres con talento para crecer. Muchas de las cosas que consumimos hoy han nacido de esta simbiosis positiva.
Pero no porque el mundo esté lleno de cash y escuchemos cómo pequeños proyectos triunfan y se convierten en grandes empresas perdamos la cabeza. Cada una de las posibles inversiones que tenemos a nuestro alcance tiene sus riesgos a pesar del momento y hay que sopesarlos. No todo inmueble es bueno, no toda acción es buena y no todo proyecto empresarial es una buena inversión.
Muchos fracasarán por muchos motivos -alguno ajenos a la idea o a los líderes de la misma- como le hubiera pasado a Elon Musk si fuera de Cuenca. No porque Cuenca no sea un buen lugar para vivir y desarrollarse, sino porque lamentablemente el clima de negocios en España es para echarse a llorar. Inseguridad jurídica e ideas peregrinas hacen de este país un lugar difícil para emprender. Tengamos todo esto en cuenta cuando saquemos el deposito del banco y empecemos a buscar -llevados por la necesidad- inversiones que nos permitan mantener el poder adquisitivo de nuestros ahorros.
Lorenzo Serratosa es cofundador de la EAF valenciana Kau Markets y presidente de Substrate AI