ELCHE. Estoy acojonado, no voy a mentir. El cagómetro está por las nubes y no es para menos. En la misma situación que yo creo que se encuentra la gran mayoría de gente que sigue al Elche. Toril no ha dado con la tecla, el equipo está en barrena y la sensación que perdura es que si la dinámica continúa igual este grupo no es capaz de ganarle a nadie en los pocos partidos que quedan. Bajón total. Después del partido ante el Almería no había nadie que saliera del Martínez Valero con otra idea, a excepción de los centenares de aficionados almerienses, con una dinámica totalmente opuesta.
Pero como dice Harvey Dent en Batman el Caballero Oscuro: "La noche es más oscura justo antes de amanecer". Ahora no es tiempo de lamerse las heridas, es tiempo de rehacerse, incorporarse y seguir peleando. Connor McGregor, icono de la UFC, hincó rodilla de forma insólita y lejos de hundirse entre lamentos volvió más fuerte todavía (y más egocéntrico). Lo hizo con un plan, una estrategia y mucha más ambición. Este Elche está tocado gravemente pero es momento de empujar y de sacar las cosas adelante. Se tiene que reaccionar, no queda otra.
El "Yes, we can" que encumbró a Obama se tiñe de franjiverde pero a ese lema eterno hay que añadirle un "y se debe". Bajar a la B, el infierno de la B, es hacerse un 'harakiri'. El club sería inviable en el pozo. Hablamos de palabras muy serias. Pero esa opción fatalista hay que apartarla de golpe y para ello la mejor manera es ganar, como sea, pero ganar. Con Toril, sin Toril, con Parras, sin Parras, con quien sea al frente pero la cuestión es ganar. La directiva y la dirección deportiva deben poner en marcha ese 'Plan B' y reconducir la situación. El Mallorca será el primer paso hacia la salvación. Hay que creer.