VALÈNCIA. La Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, liderada por Susana Camarero, ha vuelto a reconocer el carácter residencial de las viviendas supervisadas de atención a personas con salud mental. Este reconocimiento permite a las personas que necesitan ser atendidas en estos recursos disponer un nivel de ayudas de dependencia incrementado y, por tanto, acceder a una plaza en este tipo de viviendas.
"A pesar del excelente resultado en recuperación que estaban dando el trabajo realizado en este tipo de servicios, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas del último gobierno del Botànic decidió recortar el tope de las ayudas para las personas que necesitaban acceder a ellos, lo que provocó un bloqueo del acceso ya que la cuantía de la ayuda era insuficiente para pagar el coste que tenía la plaza", señala el presidente de Aerte, José María Toro.
Al mismo tiempo, las personas que necesitaban pasar de una residencia a una vivienda por la mejora de su proceso terapéutico, no lo podían hacer por miedo a perder la ayuda que en ese momento tenían. Ahora, la dirección general de Dependencia y Personas Mayores, Beatriz Simón ha decidido recuperar las ayudas suficientes para que las personas con problemas de salud mental puedan recibir los apoyos necesarios.
“Desde agosto de 2022, se estaba produciendo la paradoja de que había plazas libres en viviendas que podrían ser ocupadas por personas que lo necesitaban y, por la reducción de la ayuda, les resultaba imposible pagarlas. Creemos que la decisión tomada por la Consellería es muy beneficiosa para las personas con problemas de salud mental y permitirá a las entidades seguir prestando estos apoyos que tan buenos resultados están ofreciendo", recalca Toro.
