ORIHUELA. Joan Manuel Serrat ya es hijo adoptivo de Orihuela. Un Teatro Circo abarrotado ha sido testigo del nombramiento del cantautor, cuya obra ha sido fundamental en la difusión de la figura de Miguel Hernández. Los asistentes recibían entre aplausos y felicitaciones a Serrat a su entrada al teatro, en una comitiva encabezada por los “maceros”, la figura encargada de presidir los actos institucionales de la ciudad. Serrat llegaba acompañado de la alcaldesa, Carolina Gracia, y junto a todos los miembros de la Corporación oriolana y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Más de un minuto ha durado el ensordecedor aplauso con el que el público mostraba su cariño, en pie, al cantautor.
“Esta noche, desde aquí desde Orihuela, no encuentro lugar mejor. Desde su pueblo y el mío rindo un fraternal homenaje al niño cabrero, al amigo desgarrado, al amante exiliado, al padre huérfano, a la víctima de las cárceles de la dictadura, al hombre que cada vez que colgaba los sueños al sol la vida le dejaba carbón. Pero por encima de todas las cosas, aquél hombre amó la poesía. Fue un poeta que amó la libertad y la vida y por eso ahí está el mayor homenaje que se le pueda dar. Con este homenaje me rindo homenaje a mí y a todos y cada uno de nosotros”, ha sentenciado Serrat, antes de levantar de nuevo al teatro entre vítores y aplausos. "Que el porvenir mantenga fresca la memoria y nos libre de todos aquellos que asesinan a los poetas y a la poesía", han sido sus últimas palabras al público.
No estaba previsto que cantara, pero en cuanto ha sonado “Para la libertad", al cierre del acto, el público se ha echado a cantar y ha levantado de su asiento a Serrat para acompañarles: “No iba a cantar todo el mundo y yo no”, ha comentado a los medios minutos después. Serrat ha conquistado al público con su humildad, cercanía y sentido del humor. Tras firmar en el libro de honores de la ciudad se dirigía a los asistentes, que aguardaban en un profundo silencio: “¿Ustedes querrán saber lo que dice, no? Pues tendrán que venir a leer”.
Serrat ha recordado que “conocí a Miguel Hernandez en uno de los sombríos bancos de la Universidad Central de Barcelona. En aquellos jardines, entre octavillas clandestinas y apuntes de genética aplicada. Aquellos libros eran ventanas de aire fresco. Ambiente nuevo que ventilaba los oscuros aires de la dictadura”. El cantautor ha señalado que decidió ponerles voz “al descubrir en sus versos anhelos, asuntos y emociones que representaban las mías. Me vi metido en esos poemas, en lo que ellos decían. Es como yo hubiera querido decirlo”.
La vinculación entre Serrat y Miguel Hernández ha sido el eje de un acto sencillo pero solemne. De hecho, y como no podía ser de otra manera, este nombramiento ha girado en torno a los trabajos discográficos de Serrat y a la poesía del poeta oriolano. La emoción ha estado presente desde los primeros instantes del acto, que ha comenzado con una adaptación de la “Elegía” a piano y clarinete. A continuación llegaba un sentido recital de este poema, uno de los más característicos de la obra del poeta universal, de la mano del actor oriolano Alejandro Sigüenza, quien ha logrado despertar la emoción del público con su interpretación.
La actriz Elena Rayos ha sido la conductora del acto, en el que las primeras palabras han sido para Ana Gómez, la representante del colectivo ciudadano que impulsó este nombramiento como Hijo Adoptivo de la Ciudad. Gómez ha agradecido a Serrat su difusión de la obra del poeta del pueblo. Porque, parafraseando a Neruda, recordar a Miguel Hernández es “un deber de amor, y amor con amor se paga”. “Bienvenido a Orihuela, tu pueblo, y el nuestro”, ha concluido Gómez.
El concejal de Festividades, Antonio Sánchez, ha sido el encargado de leer el acta del nombramiento de Serrat como Hijo Adoptivo de Orihuela, que se produjo en el pleno del pasado 29 de diciembre. “En este nombramiento se funden memoria y justicia. Memoria porque con Joan Manuel Serrat recordamos de nuevo lo que fuimos y, con ello, a uno de nuestros máximos exponentes culturales, al poeta del pueblo (…) Y Justicia porque hacemos de esa memoria la reivindicación de lo que significa el legado de quien nunca debió dejar de mirar a las palmeras, a su sierra, a su mujer y a su hijo. Alguien cuya palabra debió darnos mucha más poesía de la que Miguel Hernández dejó escrita sobre el papel. Mucha más poesía de la que Joan Manuel Serrat nos ha dejado para siempre musicada en el aire como un regalo infinito”.
De hecho, como ha recordado Sánchez, “Joan Manuel Serrat encontró a Miguel Hernández en 1972 con un disco de10 canciones y en 2010 con otro disco de 13 canciones. Emociones, melodías y versos. Gracias por tanta música y tanta poesía”.
Por su parte, la alcaldesa, Carolina Gracia, se ha dirigido a Serrat para trasladarle que puede considerarse “vecino, paisano de Miguel Hernández. Aquí vas a tener la mesa del cariño y del respeto siempre puesta. Bendita la hora en la que decidiste que la obra de Miguel Hernández debería ser cantada. Tenías que ser tú quien lo hiciera. Tú que durante toda tu carrera has hecho la vida más amable y más intensa”.
También ha intervenido el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha destacado que “Joan Manuel Serrat, para todos nosotros, es una especie de pegamento, de cohesión, en una sociedad como la nuestra que tiene tanta dificultad de encontrarse y encontrar espacios comunes”. Puig ha añadido que la obra de Serrat aglutina “el corazón de Miguel y la voz de Joan Manuel”.
Un nombramiento del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Pues rendir homenaje a Serrat es rendir homenaje a Miguel Hernández. Al poeta universal, del pueblo. Aquél que escribía a Orihuela, tu pueblo y el mío.