VALLADOLID (EFE). El entrenador del Real Valladolid, Sergio González, espera este martes en el estadio José Zorrilla a un Elche que "es rival directo y que va a querer rebelarse, puesto que acumula una dinámica negativa que buscará revertir", pero confía en que su equipo sea capaz de imponerse y vuelva a mostrar su mejor versión.
"Será un partido trabado, ante un Elche que trabaja bien el bloque bajo defensivo, al que le gusta combinar en el inicio de juego y pillarte en velocidad, que genera claras ocasiones de gol, y que sabe aprovechar los duelos individuales", ha analizado el técnico catalán en rueda de prensa telemática.
Para este encuentro, no podrá contar con El Yamiq, Jota y Miguel Rubio, que continúan aislados tras dar positivo en las pruebas de Covid, ni tampoco con los lesionados Janko, Raúl Carnero, Kiko Olivas, Javi Sánchez, Guardiola, Waldo y Marcos André, por lo que convocará a cinco jugadores del equipo filial.
En el caso de Javi Sánchez, tuvo que ser sustituido en la prórroga de la Copa del Rey y su baja implica cambios en el centro de la zaga, con las opciones de Luis Pérez, Fede San Emeterio o Rubén Alcaraz, y también podría traer consigo una variación en el esquema táctico del equipo.
"Estoy jodido por Javi Sánchez porque tuvo que salir más tiempo del que estaba previsto en Copa y la mala suerte hizo que se volviera a lesionar. Hace lo insufrible para estar bien y el fútbol le está dando la espalda, pero son gajes del oficio y habrá que buscar opciones para suplirle", ha explicado.
Tampoco podrá contar con Bruno en ese centro de la defensa, ya que debe cumplir ciclo por acumulación de tarjetas, con lo que se darán varias novedades en el once titular para afrontar este importante partido, en el que Sergio espera que el equipo "vuelva a ser el que jugó ante Getafe".
A pesar de tantas bajas, ha advertido de que "el estado físico de la plantilla es bueno" y los jugadores "están fenomenal porque saben que hay minutos para todos y eso motiva", lo que se ha traducido en que el equipo ha estado "igual o mejor que el rival en todos los partidos, aunque a veces no se traduzca en resultados".
Respecto al mercado invernal, ha aclarado que los fichajes son "consensuados y trabajados", ya que el club "no" tiene "capacidad económica" y, por tanto, "hay que pelear y convencer a los jugadores", pero tienen claro lo que buscan y están volcados al máximo para conseguirlo.
En cuanto a una posible impugnación del partido de Copa ante la Peña Deportiva, Sergio ha comentado que "se utilizaron tres ventanas y los parones reglamentarios" y, además, estuvieron "en diálogo constante con el cuarto árbitro" por lo que "si permitió los cambios era porque estaban bien", ha dicho.
También ha aclarado el hecho de haber tardado en introducir a Freitas en los compases finales del choque: "Se permiten siete profesionales y cuatro jugadores del filial, pero esto tiene una trampa, porque si echan a un profesional, pierdes el partido, y por eso dudamos tanto en arriesgar".