ELCHE. El transporte público marítimo desde el puerto de Santa Pola hasta la isla de Tabarca tendrá que seguir esperando. La conselleria de Infraestructuras licitaba hace unos meses el servicio tras el fallido intento de mayo de 2023, pero el concurso ha vuelto a quedar desierto. Ninguna compañía se ha presentado a la oferta del servicio, que se planteaba para cinco años y 2,1 millones de euros. No ha sido suficiente para atraer el interés de posibles empresas.
El contrato se declaró desierto el pasado mes de mayo, y supone un nuevo varapalo autonómico para el intento de este transporte público gestionado desde la conselleria. Ni el Botànic ni el actual Consell han logrado sacarlo adelante. Estimaba un coste valorado en 1.079.487,50 euros para los cinco años, y una prórroga de otros cinco años del mismo coste. Ahora está por ver qué decisión toma la Generalitat con el proyecto, si lo deja congelado o lo replantea y vuelve a lanzar. Hasta ahora es un servicio no ofertado, ya que los habituales taxis son de empresas privadas. Lo que se planteaba era un transporte marítimo regular para dar servicio al entorno a 70 vecinos que viven en la única isla habitada de la Comunitat Valenciana.
Uno de los actuales servicios de barco taxi desde Santa PolaPrecisamente ya que de la parte turística en periodo estival siempre se han encargado y se encargan firmas privadas, el objetivo del Consell era ofrecer el transporte a los residentes de la isla el resto del año. Aunque ya se reconocía en esta segunda licitación que precisamente no era un contrato atractivo económicamente. Planteaba la presidenta de la asociación de vecinos de Tabarca 'Isla Plana', Carmen Martí a EFE que se habían tenido en cuenta para este contrato sus peticiones, pidiendo un mínimo de tres barcos diarios en horario fijo durante el año. Junto a otros posibles según la adjudicataria y su oferta. "La insularidad no debería ser un obstáculo para poder disfrutar de los mismos derechos que los vecinos de cualquier barrio o pedanía de Alicante".
El nuevo pliego de condiciones establecía que la compañía de transporte debía prestar el servicio con una o dos embarcaciones, con trayectos máximos de media hora, con tres servicios de ida y tres de vuelta en el día. Con salidas desde Santa Pola y Tabarca a las 7 y 7:45 horas respectivamente; a las 13 y 13:45 y a las 19 y 19:45 horas. Adaptables de cara al verano. El viaje idea y vuelta asimismo no podía superar los diez euros, cantidad que hubiera ido para el contratista, sin pagar por el amarre. En todo caso, con dos licitaciones fallidas, la pelota vuelta a estar en el tejado de Infraestructuras.
