Foto: BETTO GARCÍAVALÈNCIA (A.S./EP). El valenciano Betto García llegó este sábado por la madrugada a la ciudad de Marrakech con la intención de pasar allí "un fin de semana de relax". No obstante, tal y como detalla a Valencia Plaza, ese deseo en un "uno de los destinos que más le gustan" se vio interrumpido por el terremoto de magnitud 7 en la escala Richter que sacudió a Marruecos y que le pilló en el aeropuerto de destino. Su vuelo salió treinta minutos antes "porque había rachas de viento" y, una vez aterrizó, dice que pudo pasar el control sin ningún problema hasta que tuvo que pasar la maleta por el escáner.
En ese momento, explica que se fue la luz "cinco segundos" y que sonó "un fuerte estruendo". A los "diez segundos", ya se quedaron completamente a oscuras. "El aeropuerto de allí es como una cúpula de cristal y daba la sensación de que se iba a desmoronar", subraya.
"La gente y la policía empezaron a gritar y lo primero que hicimos es salir corriendo. No sabía lo que pasaba, había mucha confusión... No sabía si había sido una bomba, un atentado o un avión que se había estrellado", detalla el joven.
Ante el suceso, precisa que se cayeron las comunicaciones y que los taxis comenzaron a coger "a más gente de la que podían", ya que posteriormente el aeropuerto cerró. Durante su trayecto, pudo apreciar "la saturación de gente" y como los ciudadanos empezaban a llevar sus cosas por la calle y como los turistas iban con las maletas.
"Finalmente, conseguí llegar al Riad sobre las cinco de la mañana, pero nos tuvimos que quedar en una plaza a dormir por seguridad. Sin embargo, la gente de aquí es maravillosa y todo el mundo empezó a ayudar, a sacar mantas... Increíble", subraya.
Actualmente, el valenciano dice que saldrá en breve, pero que, por el momento, no sabe nada de la embajada española. Además, comenta que la red "no funciona correctamente" y que solo se oyen sirenas por la ciudad.
Hasta el momento, al menos 2.012 personas han muerto y otras 2.059 han resultado heridas, de las cuales 1.404 se encuentran en estado crítico, a causa de dicho terremoto registrado en la provincia de Al Hauz, según ha informado el Ministerio del Interior de país.
Hasta 1.220 víctimas han resultado heridas de gravedad, si bien todas ellas están siendo trasladadas a varios hospitales de la zona, tal y como han señalado las autoridades en un comunicado en el que han indicado que la mayoría de fallecidos se concentran en la provincia de Al Hauz, con 542 muertos, mientras que la segunda más afectada es Tarudant, con 321 fallecidos.
Por detrás se encuentran Chichaua, con 103 fallecidos; Uarzazate, con 38; Marrakech, con 13; Azilal, con 11; Agadir, con 5, y Casablanca, donde hay por el momento tres muertos a los que se suma un deceso registrado en Yusufiya. Los heridos han sido trasladados a los hospitales más cercanos para recibir la atención adecuada.
Informaciones preliminares apuntaban a más de 600 muertos y 300 heridos a causa del seísmo, cuyo epicentro se encuentra en la localidad de Ighil, donde numerosos edificios se han derrumbado.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas marroquíes ha declarado la movilización total y servicios de Emergencias y Protección Civil siguen movilizando recursos para atender a los heridos y afectados y tratar de rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros a medida que las autoridades analizan la gravedad de los daños.
Además, ya se ha solicitado a la población que acuda a los centros de donación de sangre para poder así atender a los heridos. El centro de transfusión del Hospital Mohamed VI de Buskura, Casablanca, ha abierto una unidad de donación de sangre que funciona desde las 10.00 horas de este sábado y que espera poder realizar la primera entrega a primera hora de la tarde.
