RAFAEL ZUMELABE AL FRENTE DEL PROYECTO

¿Se puede vivir de pilotar drones? Geodron lanza su proyecto de ocio y educativo

29/10/2017 - 

ALICANTE. ¿Se puede vivir de pilotar drones? Este es el reto al que se enfrenta Rafael Zumelabe, emprendedor impulsor de Geodron.net con una amplia trayectoria detrás. Este licenciado en Geografía y Cartografía, piloto y operador de drones, tiene más de mil horas de vuelo a sus espaldas. Es pionero en su especialidad que es el estudio topográfico de zonas con yacimientos arqueológicos ayudándose de las últimas técnicas en fotogrametría y ha colaborado en proyectos desarrollados España, Colombia, Chile y Guinea Ecuatorial.

Rafael Zumelabe es uno de los supervivientes de un sector que vivió sus años dorados durante la época de la evolución urbanística, cuando empresas de la construcción empleaban drones para realizar los estudios topográficos preceptivos. Después de más de un lustro de crisis, los profesionales de este particular gremio empiezan a remontar con nuevas propuestas que les permitan ganar independencia con respecto a sectores como la construcción. El proyecto de este emprendedor va a dirigido a ofrecer uno de los primeros en España para el estudio y la aplicación de los drones con carácter educativo y lúdico, con una amplia propuesta de actividades dirigidas a todos los públicos. La idea ya está madurada y, el siguiente paso es conseguir financiación suficiente para desarrollar un gran espacio dedicado a la robótica y al entretenimiento.

 Zumalabe defiende la viabilidad del proyecto empresarial. “Hay volumen de negocio en este sector porque la robótica va a más y no se puede mirar hacia otro lado”, insiste, y además “es algo innovador. Nunca antes ha habido aquí un centro especializado para el aprendizaje aplicado de construcción de drones y enseñanza de su funcionamiento y aplicabilidad especialmente dirigido a niños”, explica. Sus primeros pasos ya los ha dado como formador en centros educativos. La vertiente más lúdica va orientada a implantar por primera vez en Alicante drones de carreras en un espacio acotado que cumpla todas las normas de seguridad.

Las trabas con las que se encuentran los operadores de drones son principalmente las limitaciones de vuelo impuestas por la legislación española, que según Rafael Zumalabe es muy restrictiva. Confía en que se aprueben las modificaciones anunciadas para ampliar la aplicación de los drones. Ya son de gran ayuda en campos como la agricultura, arqueología, seguridad, construcción, vigilancia forestal, salvamento marítimo o seguimiento de incendios, donde han realizado grandes aportaciones gracias a su visión nocturna y a la posibilidad de llegar donde no pueden hacerlo avionetas ni helicópteros.

Este emprendedor se muestra partidario de desmontar el mito del peligro de los drones. “Hay una idea equivocada de que se usan para espiar, quizá por la imagen que el cine ha dado de estos instrumentos, pero para empezar no todos los drones tienen por qué llevar cámara. Y respecto a las caídas, se pueden dotar de sistemas como paracaídas y protectores de hélices para hacerlos más seguros”, explica. En cualquier caso, su consejo es que lo más importante es que el dron esté bajo la supervisión de una persona que tenga los conocimientos de manejo y sepa cuáles son los lugares adecuados para volar.

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