VALÈNCIA. La pandemia de la covid en la Comunitat Valenciana ha cogido velocidad de crucero tanto en contagios como en hospitalizados en las últimas dos semanas. Desde hace días, el número de positivos diarios no ha bajado de 1.000, mientras que el número de pacientes ingresados supera los 400, cuando hace poco más de un mes se mantenía en poco más de 200.
Y, aunque esta subida es mucho menos agresiva en hospitalizaciones y muertes que las anteriores gracias a la vacuna, la sanidad valenciana perderá otros 419 refuerzos covid que dejarán de prestar servicio a final de año a pesar de que la incidencia sigue subiendo. Así lo lamentaban los sindicatos tras la mesa sectorial de este jueves, en el que insistían en la necesidad de mantener a estos profesionales, que se descontarán de los 6.400 actuales.
Cabe recordar que la Comunitat Valenciana ya perdió otros 3.289 en mayo de los 9.309 sanitarios que estaban reforzando la sanidad pública por las complicaciones derivadas de la covid. Una situación que éstos han calificado como "temeraria", al señalar no solo las nuevas variantes del virus, sino también la necesidad de tratar el resto de patologías y urgencias que se han ido demorando a causa de la pandemia.
Según los últimos datos de este jueves, los contagios se elevaban a 1.522 en la última jornada, mientras que los ingresos estaban en 434 personas, 73 de ellas en UCI, y se registraban seis fallecimientos. Además, la incidencia acumulada a 14 días en la Comunitat subía 16,63 puntos desde el miércoles hasta situarse este jueves en 247,66 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de los 234,03 de media nacional.
Según señalan desde CCOO, el aumento de incidencia hace crucial disponer de personal para el rastreo y la próxima vacunación de menores. "Aunque la Conselleria pretende prorrogar el 100% de los contratos covid en los servicios de Atención Primaria, Salud Pública, Salud Mental y Urgencias, no se comprende que se desprenda de recursos humanos en los hospitales en plena curva ascendente de casos covid y otras patologías que se dan en esta época del año, además de multitud de patologías demoradas en listas de espera sin atender", señalan.
Mientras, desde el sindicato CSIF alertaban de que estos despidos afectan a técnicos en documentación sanitaria, más conocidos como rastreadores y cuya tarea resulta básica en Atención Primaria para seguir los casos y reducir la carga burocrática de personal de Enfermería y de Medicina. "Sin su labor, se saturará más Primaria y puede explotar la situación”, aseguran desde CSIF, que resalta que en la actualidad la cita previa ya se da para entre 12 y 20 días desde su solicitud.
Y es que, la labor de los rastreadores se antoja prioritaria para frenar una posible expansión del virus después de Navidad, cuando pasen las celebraciones y concentraciones y puedan haber aumentado los contagios. Mientras, el Colegio de Enfermería de Valencia alertaba este martes de que la Comunitat Valenciana volvía a ser la región con más personal sanitario contagiado de covid-19 y apuntaba a que son 15.495 los sanitarios que han contraído el virus desde el 11 de mayo hasta el pasado 25 de noviembre, una cifra que el ente colegial calificó como "desorbitada".
Mientras, esta misma semana la administración está vacunando a los sanitarios están vacunándose con la tercera dosis con la intención de reforzar su inmunización contra el virus. Cabe recordar que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, también prometió la creación de 6.000 plazas estructurales, lo que supone un incremento del 10% sobre la plantilla actual. Sin embargo, es evidente que todavía faltan meses para que se convierta en una realidad. No obstante, desde los sindicatos cifran la necesidad en 11.000.
Pese a que los datos actuales son mejores que los de hace un año, tanto algunos expertos como los representantes de los gobiernos autonómico y estatal recuerdan que se deben mantener las máximas precauciones ante una situación que todavía no es de normalidad. “Lo que está claro es que los contagios se producen cuando hay más contactos”, afirmaba este miércoles el president de la Generalitat, Ximo Puig. El titular del Consell sostenía también que la situación “está controlada”, aunque calificaba de “preocupante” la aparición de la nueva variante ómicron del virus, que llegará a la Comunitat “pronto o tarde”.
Esta nueva cepa del coronavirus aún presenta algunas incógnitas porque se conoce poco sobre ella, aunque su principal característica es "que tiene muchas más mutaciones que otras variantes”, según señalan expertos, aunque todavía no se conoce la repercusión que podrá tener de cara a las fiestas navideñas.
A puertas de la Navidad
Con este escenario, las dos próximas semanas serán claves para ver si la vacuna o medidas como el pasaporte covid son armas suficientes para evitar una presión hospitalaria máxima. De no ser así, es probable que volvieran a entrar en juego las restricciones: aunque tal y como señalan, seguramente irían dirigidas a cuestiones de horarios y aforos sin llegar a situaciones de confinamiento.
Mientras, en la madrugada de este viernes entrará en vigor la necesidad de presentar el pasaporte covid en numerosos espacios públicos. Locales de ocio, restauración con aforos de más de 50 personas, espacios dedicados a actividades recreativas y de azar con comida, eventos y celebraciones de más de 500 personas y visitas a hospitales y residencias.
En este sentido, la Conselleria de Sanidad señalaba en su informe al TSJCV de cara a la aprobación del pasaporte covid en vista del "crecimiento elevado, sostenido y generalizado de la curva epidémica, que el período de fiestas navideñas en ciernes va a traducirse
-indudablemente- en un potencial incremento del riesgo de transmisión, y (...) la situación en la que se encuentran países cercanos de nuestro entorno geográfico, así como la aparición de nuevas variantes del virus".