VALÈNCIA (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a emplazar este miércoles al líder del PP, Pablo Casado, a aislar a Vox si quiere algún entendimiento con su partido tras las elecciones de Castilla y León. También ha pedido al primer partido de la oposición que se acepte renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, la primera después de varias semanas, Casado ha afirmado que es "grave" que se use a Instituciones Penitenciarias para "negociar con un asesino a cambio de los votos de Bildu para permanecer en la Moncloa". Por eso, le ha preguntado si está "con las víctimas o los verdugos", una cuestión que el jefe del Ejecutivo no ha contestado.
Casado le ha echado en cara de nuevo sus "trampas" en la campaña de CyL, con los fondos europeos "a la carta de los gobiernos socialistas" o el CIS, y ha recalcado que de nuevo el PSOE ha perdido los comicios, acumulando ya cuatro derrotas.
Sánchez no ha respondido a esa cuestión, pero ha afeado a Casado que fuera a Bruselas a "hablar mal de España y sembrar dudas" sobre los fondos, así como que haya puesto en cuestión la profesionalidad de los letrados del Congreso tras la votación de la reforma laboral. Tras criticar la "crispación" y los "insultos" de la bancada del PP, ha dicho que el PSOE está dispuesto a "ayudar" para que el Partido Popular rompa con la "ultraderecha".
En su réplica, el jefe de la oposición no ha respondido a esta cuestión sobre Vox pero de nuevo le ha pedido que responda a su pregunta sobre si está con "las víctimas o los verdugos" y ha dicho que él PP "nunca" podría pactar con ellos porque "no dormiría tranquilo".
Sánchez ha defendido también ante el protavoz de ERC, Gabriel Rufián, la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo que los republicanos rechazaron, le ha acusado de "insultar" a los sindicatos que firmaron ese pacto con la patronal y le ha dejado claro que a él "nadie" le da "carnés de izquierda". "Y menos su señoría", ha agregado.
Ha sido en la primera sesión de control al Gobierno tras la votación del decreto de la reforma laboral que rompió el bloque de investidura. Rufián ha exigido a Sánchez políticas de izquierda y ha vuelto a criticar esa reforma resaltando que cuenta con el apoyo de la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín.
El jefe del Ejecutivo le ha afeado otras declaraciones suyas: "Decir que es la reforma laboral que hubiera pactado Albert Rivera como vicepresidente no es un insulto al Gobierno, es un insulto a los sindicatos, a CCOO y UGT, que fueron los que firmaron ese acuerdo".
"A lo mejor considera usted que está más a la izquierda que ellos, no es mi caso. Hicieron un ejemplo de patriotismo y nosotros se lo agradecemos", ha abundado, después de censurar que la "izquierda soberanista" trate de "dar lecciones a la izquierda española".
"Voy a cumplir 50 años dentro de muy poco, a mí no me da nadie carnés de izquierda y menos usted, señoría", ha remachado el presidente del Gobierno.