ALICANTE. Hubo un tiempo en el que la gestión económica era patrimonio político del Partido Popular. Pero todo ha cambiado. La política ha cambiado: se ha convertido en un carrusel que a veces rueda tan rápido que el gestor de turno sólo puede vender lo que perdura más allá de lo efímero. Y en estos momentos, lo que más perdura son los buenos datos económicos. Y a ellos se agarra el PSOE para exhibir una gestión estadísticamente sólida más allá del ruido mediático -y los efectos- que generan reformas con resultados indeseados -leáse Ley del Sí solo es Si- o los imprevistos que generan las crisis repentinas.
Y eso hicieron ver tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a los más de mil asistentes en el principal acto de los socialistas en la precampaña del 28M, celebrado en un abarrotado Paraninfo de la Universidad de Alicante. Los actos en precampaña suelen ser para convencidos, pero también para insuflar ánimos y fuerza moral a los militantes y cargos públicos. Y eso es lo que se ha convertido el primer gran acto del PSPV en Alicante, con la presencia de Pedro Sánchez: poner en valor la gestión de los últimos años, tanto del Consell valenciano como del Ejecutivo central, para movilizar a su electorado ante la cita electoral del 28M.
Si en otro contexto, el PSOE hubiera enfatizado sobre las reformas sociales logradas -que también lo ha hecho pero pasando de puntillas-; esta vez, son los datos económicos los que ejercen de cordón umbilical entre ambos ejecutivos, y de sintonía, entre ambos líderes. Claro que hay diferencias: tampoco se esconden a estas alturas de la partida.
En todo caso, Puig reivindica, y Sánchez responde con datos, aunque esquive la cuestiones más espinosas. El jefe del Consell dejó constancia de su pugna por el Tajo-Segura; el presidente, consciente del momento, desplegó la retahíla de inversiones que el Ministerio de Transición Ecológica tiene proyectadas como salvavidas ante la emergencia climática.
Pero fueron los datos y los hitos económicos conseguidos bajo el paraguas del diálogo social de lo que Sánchez y Puig hicieron gala. Además, con dos noticias propicias para ello: que la OMS había declarado este viernes el fin de la pandemia por el Covid, y que empresarios y sindicatos habían alcanzado un preacuerdo para la subida salarial en los dos próximos años.
Al calor de esos datos, Sánchez puso en valor todos los acuerdos surgido del diálogo social: revisión del Pacto de Toledo, reforma laboral, subida del SMI, etc. "Hoy podemos decir que estamos viviendo la legislatura de las reformas, los avances y la paz social", ha dicho Sánchez. "La pregunta que hay hacerse en este día es por qué en España hay más paz social que en otros países de la Unión Europea", ha ensalzado.
Sánchez también ha señalado que cada mes hay un buen dato de empleo lo que supone "una mala noticia para la derecha", según ha expresado. Así, ha remarcado que en plena guerra de Ucrania y tras una pandemia, "España está en unos niveles nunca vistos en la serie histórica y ha destacado que se haya producido con gobiernos socialistas en Moncloa y en la Comunitat Valenciana".
Y en este ambiente, y vitoreada y aplaudido por los asistentes en varias ocasiones, Sánchez también ha tenido elogios para Puig. "Es sinónimo de ejemplaridad y de buena gestión" frente a unos gobiernos anteriores del PP caracterizados por la corrupción política. Y pese a la fraternidad mostrada, el jefe del Ejecutivo también ha querido recordar algunas de las inversiones realizadas en Alicante, pese a que los últimos Presupuestos Generales del Estado no han sido fructíferos para la provincia. Así ha destacado, la inauguración, el pasado año, de la línea del AVE Madrid-Murcia con paradas en Orihuela y Elche. Según el presidente, "ya es muy difícil ver a empresarios que no reconozcan que el Gobierno ha dado un acelerón al Corredor Mediterráneo", una infraestructura vital para la competitividad de Alicante, además, del centro de destinos turísticos inteligentes puesto en marcha en la ciudad de Benidorm.
Con anterioridad -y antes de los elegios-, Puig había hecho lo mismo: sacar pecho de la situación económica frente a la herencia que recortes y corrupción que había heredado el Gobierno del Botànic. "Estamos en el momento de la historia cuando más personas están trabajando" en la autonomía. "Se ha demostrado que cuando hay una alianza entre gobiernos progresistas, la economía se gestiona mejor", ha asegurado Puig, al tiempo que ha mencionado que desde 2015 "todos los indicadores económicos y sociales han mejorado" en la Comunitat, mientras que, a su juicio, el PP "evidentemente no tiene proyecto para España, ni para la Comunitat Valenciana, ni para Alicante".
"En 2015 había dos problemas fundamentales: el paro y la corrupción. La corrupción era una lacra enorme que quitaba reputación. Parecía que estuviéramos todos manchados, pero eso no era verdad. Hemos demostrado que no era la Comunitat Valenciana, era el PP. La Comunitat está llena de gente honrada, honesta y gente maravillosa", ha recalcado.
Ante las promesas del PP de una drástica rebaja de impuestos, el dirigente socialista ha puesto en valor la contribución de pagar impuestos "para tener estado de bienestar". Y ha remarcado que el PP "dilapidó el sistema sanitario", que al Botànic le ha "costado reconstruir", y ha prometido que la próxima legislatura acabarán con la desprivatización del sistema de salud", con la reversión de los hospitales públicos que son de gestión privada.
El 'president' de la Generalitat ha agradecido la presencia de Sánchez y ha resaltado la importancia de Alicante, a la que considera "fundamental para el proyecto de la Comunitat Valenciana". "No existiría una Comunitat Valenciana sin un Alicante fuerte, vivo y dinámico", ha aseverado.
En este contexto, ha lamentado que la Generalitat no ha "hecho más" en Alicante "porque el Ayuntamiento no ha querido" y ha citado el Plan Edificant de educación donde, a su juicio, el consistorio "ha preferido oponerse y hacer confrontación a la Generalitat que hacer colegios". "Hay gobiernos que no quieren colaborar, prefieren que no avance su sociedad porque prefieren intentar confrontar para sacar más votos. Unos queremos colaborar lealmente y otros confrontar", ha censurado.
Asimismo, Puig ha abogado por "hacer posible el renacimiento" de la ciudad de Alicante. "¿Dónde está escrito que el gobierno local tiene que ser para siempre gobernado desde la derecha? En ninguna parte, con fuerza y ánimo podemos conseguirlo, porque tenemos un proyecto para Alicante y para la Comunitat Valenciana", ha apuntado.
"Alicante se merece una oportunidad. No puede quedar como una ciudad sin faro. Hemos invertido en innovación, pero necesitamos un Ayuntamiento que sea un aliado eficaz, sobre todo de su gente, que dé soluciones a los problemas endémicos, que mire hacia adelante. Eso lo puede y va a liderar seguro Ana (Barceló)", ha enfatizado.
Además, ha recordado que las grandes inversiones llegadas a Alicante han sido "de manos de gobiernos socialistas". "Ya está bien de señalarnos como antialicantinos. Antialicantino es aquel que estuvo 20 años en el Gobierno de la Generalitat y no hizo nada", ha expresado. "La única obra importante fue la Ciudad de la Luz y, como hicieron trampas, tuvieron que cerrarla. Fuimos nosotros quienes la rescatamos, trabajando con Europa de manera silenciosa, dura y eficaz y la semana que viene volverá a rodarse en la Ciudad de la Luz", ha concluido.