BRUSELAS (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la canciller alemana, Angela Merkel, han coincidido este martes en señalar la urgencia para lograr un acuerdo sobre el fondo de recuperación europeo, sobre el que todavía existen "divergencias" entre las capitales que auguran una negociación "muy difícil" en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de este viernes y sábado.
"Julio tiene que ser el mes del acuerdo", ha resaltado Sánchez ante una Merkel que ha destacado las "discrepancias" que todavía dividen a los Estados miembros. "Sería deseable llegar a un acuerdo lo antes posible, el tiempo apremia", ha subrayado la alemana, en una comparecencia sin preguntas antes de la reunión que ambos líderes han mantenido en Berlín.
El presidente del Gobierno ha asegurado ser "muy consciente" de que la negociación en la cumbre será "muy difícil" porque hay "intereses contrapuestos" y "visiones distintas de lo que tiene que ser el proyecto común europeo", aunque ha remarcado que "ninguna es mejor que otra" y "todas son legítimas".
"Si retrasamos el acuerdo vamos a retrasar la recuperación, si retrasamos la recuperación se va a agravar más la crisis", ha advertido Sánchez, para después garantizar que España va a hacer "todo lo necesario para "poder llegar a un acuerdo cuanto antes".
A su juicio, la "lección" a aprender de "décadas de construcción europea" es que la UE "nunca se ha construido en base a vetos" sino "en base a una voluntad de dialogar y de acordar". "Creo que eso es a lo que estamos convocados" los líderes europeos este viernes y sábado, ha dicho.
Antes de que Sánchez tomara la palabra, la canciller alemana se ha expresado en una línea similar sobre la urgencia de llegar a un acuerdo a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. En su opinión, es "importante tener certidumbre" e "invertir en el futuro" a través de prioridades como la transición digital o la lucha contra el cambio climático.
"Son los retos que tenemos que afrontar y los que van a decidir en los próximos años si vamos a tener éxito económico o no", ha expresado Merkel, quien ha recordado que el plan de recuperación y el presupuesto de la UE para los próximos siete años "forman un conjunto" y que el acuerdo debe alcanzarse sobre las dos cuestiones.
"Todavía hay algunas discrepancias", ha reconocido la canciller, para después garantizar que Alemania "tienen la voluntad de llegar a una solución de compromiso" en la próxima cumbre, aunque no sabe si será posible.
A tres días de la primera reunión que los jefes de Estado y de Gobierno mantendrán con presencia física en Bruselas, todavía siguen abiertas muchas cuestiones sobre el diseño final del fondo de reconstrucción para relanzar las economías europeas tras la pandemia de coronavirus.
Los países del norte como Países Bajos, Austria, Dinamarca, Suecia o Finlandia siguen reclamando un tamaño final que sea inferior a los 750.000 millones que están sobre la mesa y además quieren que haya menos transferencias directas a los gobiernos y más préstamos.
La condicionalidad para acceder a las ayudas también es otra cuestión abierta que los líderes tendrán que resolver. Mientras que países como España quieren que se ciña a mecanismos que ya existen, en los que la Comisión Europea tiene la última palabra para aprobar el desembolso de los fondos, los llamados 'frugales' exigen un mayor control por parte del resto de socios.