Ana Pastor llora como una institutriz. Gabriel Rufián se cree Freddie Mercury ante los aplausos del respetable pero le sale un crucificado de Santa Coloma de Gramanet. Dos orejas y el rabo. Pablo Casado añora 1936. Quizás Franco. Ruedo Ibérico. Albert Rivera es sólo Inés Arrimadas. En Jerez, Andalucía, las niñas saben leer hasta a D. José Ortega y Gasset. José Borrell, en lo más alto de la almendra mística, en el ábside románico de su ego, preside el cielo, el infierno y el resto de los reinos platónicos. Y nos bendice con dos dedos. Y castiga el casticismo macarra camiseta escote imperio grasienta Marlon Brando de los que venimos del barro. Y bendice la pura honestidad clarisista, fervor y coherencia intelectual de Sonia Castedo. Que hoy ha ido a la peluquería. Dolores Delgado es, otra vez, reprobada. Aunque ahora mismo está muy de moda odiar, especialmente a la novia de Baltasar Garzón, a mi me encanta su mirada taquicárdica perdida y su lenguaje tabernario. “Cuidado, Pepe que te pierdes”. Rita Barberá Nolla murió sola y abandonada por los suyos hace exactamente dos años y dos días. Mariano Rajoy, respetuoso, conmemorando la vespra, vivió su festa en Sant Joan. Su propia Coronación y Ascensión a los cielos fue jaleada por los restos de la carabela del PPCV. Golpistas y fascistas. Robinson y Viernes. Enrique Ruiz, de la SER al PP alcoià, y Adela Pedrosa ¡Presentes!. Náufragos. Desbandada. José María Aznar sigue perpetuamente cabreado. Su yerno Alejandro Agag continúa ganando dinero. Dani Mateo, imputado. Este retablo neobarroco se descompone a la velocidad del relámpago divino. La fe, el dogma, la revelación, el carisma, la adivinación, la autoridad, las visiones: los textos sagrados.
Me empalma la pura excitación animal que las Altas Instituciones del Estado, que la España oficial ha irradiado a ras de calle. Este ambiente cuartelero y canalla, a escupitajos en el Congreso, en la Corona y en las cloacas del Estado no son sino las estrellas Michelin de la caza de Atapuerca: los himnos, las pinturas y las heridas de guerra de la patria. Ni el fútbol ni el porno, ni la boda Inditex, ni la música de Mercadona ni la envidia ni los atascos, ni el puente de la Inmaculada Constitución ni los grafiti Erasmus. Lo que une, el único y verdadero corazón de los españoles son el serrín, los palillos y les clòtxines de los bares de barrio. ¡Qué placer ahora mismo las barras de bar!. Los speakes’ corner de los Doctores de la Santa Iglesia del Sentido Común. El Callejón del Gato. Clases de filosofía. Gramática parda. ¡Cráneos Privilegiados!. A Garrotazos. Asturias Patria Querida. Todos los niños se piden ser José Manuel Villarejo. O Billy El Niño. Nadie quiere ser Juan Carlos I y que a uno le insulten campechanamente en Vigo con otra rubia misteriosa justo a la salida de la cena después de haberle echado a pelo un bocado al centollo. Los partidos quieren hincar sus garras en la red íntima de nuestras vidas. Pedro Sánchez, presidente tacita a tacita, después de pasar por Marruecos, ha sacado del aislamiento la Cuba de Miguel Díaz-Canel, aguantado el tirón a Bruselas y a Theresa May y, lástima, se ha perdido el viaje de mañana a Islandia. Pobre Begoña Gómez. Qué pena perderse a Iván Redondo vestido de esquimal barrio Salamanca. Leticia Ortiz. La única reina verdadera.
Mónica Oltra se ha cabreado. La noticia es que el capazo de copón esta vez lo ha cogido con, sí, el mismísimo Ximo Puig. El president quiere desmarcarse del supersunday si Pedro Sánchez no saca los presupuestos y pretende convocar nuestras propias elecciones autonómicas entre la crida y les Falles. Y cómo se me, cómo se nos ha puesto ella, la única, la Mare de Déu de tots els Valencians: “ya está bien de marear y de tacticismo electoral”. Pobreta meua, no tiene tiempo de arrevistar la tropa. Oltra, que se ha echado encima a medio feminismo y parte del machismo ejerciente con las indemnizaciones de la violencia, no especula y viene, tiene la misión sagrada de salvar a los negritos de la África de Iniciativa. Los del Bloc son otro sistema solar. Y los disidentes ni te cuento. Se ha aprobado la ley LGTBI. La Asociación de Padres Católicos -la patronal de la privada anti Marzà- demandarán. Amén. XP recurrirá el trasvase del Tajo. César Sánchez sigue -aunque no podrá entrar en València contra els valencians tal y como ayer mismo escribía Pere Rostoll en el Diario Información- declarándole la guerra incansablemente a Isabel Bonig. La niña de la curva, la candidata semoviente que nos endeudó hasta la depilación brasileña allá en el saqueo popular. Y que el otro día fue noticia porque se habló con María José Catalá, cristiana sector confortable. Un rosario. Los dientes de marfil de El Emigrante de Juanito Valderrama.
Los socialistas alicantinos andan suspendidos en la nada tras la humillación -sangre semen, sudor y lágrimas- el coitus interruptus de las primarias. Sondeando y quemando nombres por las redacciones. José Muñoz dirigirá -recemos de rodillas por Toñi Serna- y Manolo Mata, menos mal, será el portavoz de la campaña electoral del PSPV. Toni Mayor, presidente de Hosbec, la clave, el tesoro del dinero de Compromís i el nacionalisme valencià en general, le compra El Huerto del Cura y el Milenio a la familia Orts de Elx. Aquí se cierra el ciclo Amy Winehouse de los Mollà. Gana Iniciativa. Brindemos por el Manuel Alcaraz. Profetas milenaristas anunciando el advenimiento de El Salvador.
Elecciones patronales. El miércoles Antonio Garamendi aceptó la dirección de la CEOE y la de la Conferencia Episcopal Española la asumió Luis Argüello García, del sector Papa Francisco facción homofóbica. En EU sigue la guerra Pavón contra Simón. Vecinos pavonistas, Fernández Cabello simonista. Nenas, peor que un grupo de WhatsApp de padres. Pablo Iglesias se autoproclamará, en breve, candidato. En À Punt existe malestar por deslealtad y traición de algunos consejeros, por y, por si fuera poco, por la miopía periodística y profesional de algunos otros. El móvil de Cosidó, Barbijaputa y Rufián nos llevan a las elecciones si no lo remedia Oriol Junqueras. Que desde la cárcel Estremera va primero en los sondeos. Sólo falta Steve Bannon con su “Movimiento”. Luis Barcala, voz de cloro de piscina y cutis de peón caminero, va a celebrar las Navidades de su vida. Quizás las únicas como alcalde de Alicante. Muchos belenes y todavía mas Cantueso Oro, toda la luz en la zona noble y un derroche tres estrellas. Más allá la niebla Charles Dickens. Y el grupo de amigos, la bola de Nerea Belmonte.
Vodafone no es una empresa seria. Cuatro semanas sin engancharme a la fibra óptica. Mi nunca bien considerado y pagado Herr Direcktor Miquel Gónzalez me chilla a las 5 de la madrugada: “Déjate de monsergas y llama a los de Jazztel”. De repente, se levanta la niebla del lavadero. Vienes, me besas y me dices: “Cariño, vamos a las trincheras. Y después subamos al Pico Espadán”. Me pongo a llorar. Va a amanecer.