ALICANTE. La oriolana Rosell Meseguer expone su obra Lo invisible en Casa Bardín, desde este martes hasta el 4 de junio, en el marco del ciclo Arte en la Casa Bardín que promueve el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. La muestra, que está comisariada por José Luis Martínez Meseguer, ofrece una perspectiva del concepto de invisibilidad con la que trata de hacer reflexionar al espectador sobre la evolución de las representaciones visuales en la cultura contemporánea. Partiendo desde la magia, pasando por la fe y el ámbito militar, hasta acabar en el cosmos a través de imágenes captadas por satélites, Meseguer hace un recorrido en el que entrelaza diversas imágenes, esculturas y numerosa documentación. Elementos en los que se apoya para narrar su discurso.
La idea nace de una noticia científica que hablaba de cómo un equipo de físicos alemanes había creado un invento, una capa de invisibilidad mediante la cual conseguían hacer desaparecer pequeños objetos a la vista del ojo humano. "A partir de ahí, eso me hace pensar y trabajar en la búsqueda del concepto de la invisibilidad", explica la artista visual. Y lo hace remontándose hasta lo que podría ser el inicio de ese afán por conseguir hacer desaparecer las cosas, con los trucos de ilusionismo, iniciando el recorrido con una imagen de Geroges Méliès. El cineasta francés se dedicaba a la magia antes que a la cinematografía. Sin embargo, en su misma curiosidad por investigar lo visible y lo invisible, fue responsable de muchos de los avances técnicos del ámbito cinematrográfico.
"Comienzo con una imagen de Méliès y voy surcando otros ámbitos como la ciencia o lo militar porque, por ejemplo, en la primera y segunda Guerra Mundial se contrataba a artistas para pintar los barcos y realizar elementos que invisibilizaran los cañones y las armas", explica Meseguer, que también habla de la fe, algo que uno no puede ver. "Es un camino que me lleva hasta las fotografías del espacio realizadas por satélites, en las que se muestra algo que desde aquí también es invisible", añade la artista. Un conjunto de elementos que configuran una exposición en la que se incluyen dibujos, noticias de prensa e incluso cajas de luz con imágenes de observatorios de distintos lugares del mundo como Berlín, la India o Puerto Rico. "Siempre está la constante de lo invisible en diferentes aspectos que rodean nuestra historia", afirma.
"La muestra habla mucho de cómo el concepto de la fotografía ha ido modificando la visión del mundo, desde el sistema fotográfico más primario, del siglo XIX, hasta las cámaras actuales que son capaces de plasmar fragmentos del cosmos", explica la autora. "Cómo observamos el mundo y cómo el mundo ha cambiado desde que aparece la fotografía", matiza. Un proceso de investigación que Rosell Meseguer articula a través de todo tipo de documentos, pero también con obras suyas como fotografías, diapositivas, dibujos y grabados. "Hay unas piezas pequeñas, unas plomadas, que son muy significativas porque se usan en arquitectura y bellas artes con una función práctica que es la medición de la profundidad no visible", explica.
Esas piezas escultóricas también han sido registradas fotográficamente y, desde la segunda planta de la Casa Bardín, miran hacia abajo para contemplar sus propias imágenes, construyendo un sutil diálogo entre ambas partes de la exposición. Y es que todo ello se va vertebrando en función de cada espacio. De hecho, en este caso ha sido un reto para la artista ajustar la muestra a la sede del Gil-Albert, porque no es un lugar puramente expositivo. Sin embargo, afirma que el resultado ha sido satisfactorio. Anteriormente, la muestra ha visitado ciudades como Murcia o Madrid, promovido por el Ministerio de Cultura, y en último lugar Bogotá, la última ciudad en la que se ha enseñado al público antes de llegar este martes a Alicante.
"No hay una intencionalidad de conclusión, sino un afán por hacer reflexionar sobre lo que vemos a diario y como los sistemas tecnológicos han ido mostrándolo cada vez de una manera distinta", matiza la autora. De esta forma, el objetivo es hacer que el público se plantee la forma en la que ve las cosas que le rodean en su ámbito cotidiano. Algo mucho más existencial y místico de lo que pueda parecer a simple vista.