ALICANTE. La diseñadora alicantina Rosa Gasent, nacida en El Verger, en la comarca de la Marina Alta, estudió diseño de moda en la EASD de Valencia, donde presentó un trabajo final de carrera (TFG) bajo el título Hasta demà si Déu vol. “Al ver el interés que pudo generar mi TFG, me planteé alargarlo haciendo una colección cápsula completa y, de ahí, me embarqué en este proyecto”, recuerda. Eso ocurrió en noviembre del año pasado, momento exacto en el que nació Devol, una firma primeriza con la que ahora aspira a lograr el premio Allianz EGO Confidence in Fashion.
Devol es la abreviación de “Déu Vol”, que irrumpe en el sector con una colección que tiene uno de sus puntos fuertes en la sostenibilidad. “No solo usando materiales reciclables o utilizando la técnica upcycling para alargar su vida útil, creando nuevas prendas únicas, sino también intentando basarnos en la ética de la durabilidad emocional de las prendas”, describe la autora. Un concepto que, según explica, se basa en cambiar la relación del usuario/comprador con la prenda. “Si se consigue crear un vínculo entre ambos, el deshacerse de ella será más difícil”, confiesa.
La aseguradora Allianz, patrocinadora de la 80ª edición de MBFWMadrid, que se celebra del 12 al 15 de septiembre, impulsa la iniciativa Allianz EGO, siendo la plataforma más relevante de diseño emergente nacional, destinada a potenciar la excelencia entre las nuevas voces de este sector. En este marco, convoca la séptima edición del premio Allianz EGO Confidence in Fashion. Un galardón cuyo fin es impulsar la visión empresarial de estos nuevos talentos, entre quince firmas candidatas, entre las que se incluye Devol, de Rosa Gasent.
“Sería un paso enorme hacia un mejor futuro laboral”, confiesa la diseñadora “Poder invertir en la marca o contar con asesoramiento sería facilitar este camino tan difícil que las marcas afrontamos. Además, desfilar en la siguiente edición es un punto de visibilidad enorme para toda pequeña marca emergente”, confiesa. Por otro lado, no sería la primera vez que la moda emergente alicantina se llevaría premio, como ella misma recuerda, ya que así lo hizo Dominnico en 2019 durante la Mercedes-Benz Fashion Talent.
Rosa Gasent intentará repetir la hazaña y traer para la provincia de Alicante ese galardón, mostrando al público su visión de la moda desde su atelier en El Verger. “Todo esto es gracias a mis abuelas porque, desde pequeña, aprendí a coser a mano, a bordar y a hacer crochet; no era una niña a la cual le gustaba jugar a las muñecas, sino que era más de deportes, pero, cuando estaba con mi abuela, solíamos hacerles faldas y vestidos a estas o nos poníamos a bordar flores”, recuerda. Esto despertó en ella un interés hacia la moda que, ya de mayor, desarrolló por completo, llegando al punto de querer dedicarse a ello profesionalmente.
Esos inicios de la infancia son los que también le conectan con la creatividad. “La inspiración principal siempre son mis abuelas, que son como mis musas, y de ahí el uso constante de flores, la incorporación de crochets o el uso de colores más pasteles”, describe. En cuanto a las colecciones que va realizando, cambia un poco el tema dependiendo de lo que quiera transmitir en cada momento. “Por ejemplo, en Hasta demà si Déu vol, quise reflejar el paso del tiempo en una persona con Alzheimer sin salir de mi estilo, que es el streetwear”, explica. Dependiendo de la colección, intenta plasmar un mensaje u otro, pero el concepto base que todas quieren transmitir es que una prenda de segunda mano, que ya nadie quiere, puede llegar a ser una pieza única con un simbolismo detrás.
“Siempre me centro en denims, canales, camisas... materiales y prendas atemporales, las cuales aún con el paso del tiempo su calidad permanece”, justifica, al tiempo que pone el foco en emplear prendas de materiales buenos. “Antes los pantalones denim eran más duraderos, pero, actualmente, por causa del fast fashion, estos no tienen la calidad que solían tener a causa de las tendencias cambiantes”, afirma.
A la hora de conseguir el producto, encuentra dificultades cuando trabaja desde su localidad natal, en El Verger. “Ahora bien, se puede conseguir en establecimientos locales y, si hay algo que estoy buscando y no está, por mensajería lo puedo conseguir, aunque tarde un poco más”, asegura. Le prima “el nivel de tranquilidad; es mejor El Verger que la capital”, sentencia. Aprecia el nivel de vida relajado y más barato, que también le da la posibilidad de desconectar dando un paseo por la playa o por la montaña, “que siempre ayuda”, apunta. “Una vez se conoce el entorno en el que uno trabaja, ninguna ubicación es mala para diseñar, solo se tendrá más o menos facilidades para encontrar materiales”.
Considera que la industria de la moda, en Alicante, siempre ha sido buena, desde el punto de vista industrial a nivel histórico, con el sector del calzado despuntando, hasta por el surgimiento de diseñadores como Juan Vidal o Dominnico en los últimos tiempos. “Alicante es la cuna de muchos grandes diseñadores y de marcas pequeñas que día a día van cogiendo fuerza, porque en esta zona tenemos mucha creatividad por explotar y que radica en sus paisajes, su cultura y su historia, que son fuentes de inspiración para muchos diseñadores de la zona”, justifica. Sin embargo, también considera que se necesita más impulso a la moda alicantina, “para que los diseñadores no tengan que desplazarse a ciudades como Madrid o Barcelona”, explica. “Para poder ganar esa visibilidad, que es necesaria para seguir avanzando”, sentencia