ELCHE (EFE). El entrenador del Atticgo CBM Elche, Joaquín Rocamora, afirmó a Efe, que sería una pena que su equipo, líder de la Liga Guerreras Iberdrola, clasificado para la fase final de la Copa de la Reina y en cuartos de la EHF Copa Europea, no conquiste algún título esta temporada.
“El equipo está jugando mejor que nunca y sería una pena, que no una decepción, no ganar algo”, afirmó el preparador oriolano, quien precisó que en el máximo nivel competitivo no es suficiente jugar bien “sino que hay que conseguir resultados”.
El club ilicitano, con más de 60 años de historia, ya no es sólo una estupenda cantera de jugadoras de máximo nivel, ya que en estos últimos tres años, y pese a los cambios en su plantilla, se atreve a discutir y pelear por todos los títulos nacionales a clubes que superan ampliamente su presupuesto.
Rocamora indicó que en Elche se ha logrado normalizar “algo extraordinario”, como es el liderato de la Liga Guerreras Iberdrola y su crecimiento exponencial en las últimas temporadas, en las que ganó una Copa de la Reina y una Supercopa y fue subcampeón de Liga el pasado curso.
“Ahora estamos en un gran momento, con varias victorias por más de 10 goles de diferencia. Ves al equipo y se nota que disfruta y que está centrado sólo en el juego y en el proceso”, explica el técnico, quien ha hecho evolucionar en las últimas temporadas al Atticgo Elche para hacerlo mucho más ofensivo.
“El balonmano, como cualquier deporte colectivo, está vivo y evoluciona. Si logras adaptarte e intuir por dónde va a ir la evolución vas a tener una ventaja sobre los demás”, argumenta Rocamora, quien admitió que el Atticgo Elche actual “se parece poco al de hace tres años”.
“Hemos pasado de ser la mejor defensa a ser de los más goleadores. El modelo ha cambiado: jugamos más posesiones, somos más dinámicas, tenemos más lanzamiento exterior…”, explicó el entrenador, quien relativizó el liderato “porque no tiene valor real hasta la última jornada”.
“Lo único que demuestra ir primeros a estas alturas es que vamos por el camino adecuado”, reiteró el oriolano, quien no teme que el desgaste físico y psicológico de estar vivo en tres competiciones pueda pasar factura a su equipo en el mes de marzo.
“Veo al equipo tan enfocado en entrenar y en mejorar que casi no se habla de los rivales. Están mentalizadas de que todo depende de nosotras, por lo que les da igual el rival o la competición”, argumentó.
Rocamora, al que le gusta analizar la metodología de otros deportes, desveló que la mentalidad que se ha instalado en el vestuario no es la del “partido a partido”, sino la del “día a día, porque es el entrenamiento el que te marca el proceso de mejora”.
El técnico asumió como “algo normal” que se conozca ya el futuro de algunas jugadoras del equipo, como Pipy Wolffs, que abandonará el equipo en junio para jugar en Hungría la próxima temporada, y garantizó que no afectará al rendimiento del Atticgo Elche.
“Nosotros sabemos desde diciembre el futuro de casi todas. No creo que afecte lo más mínimo en su rendimiento ni que se puedan dejar llevar, porque hay en juego objetivos personales como títulos o estar en los Juegos de París. A mí tampoco me afecta, porque mi misión es sacarles el máximo rendimiento hasta el último día”, explicó el preparador, quien recordó que su equipo se ha convertido en las últimas temporadas en una lanzadera hacia los mejores clubes de Europa para muchas jugadoras.
Por último, Joaquín Rocamora se mostró convencido de que las experiencias vividas en los últimos meses, como la derrota en la final de la Liga ante Málaga o la eliminación europea del pasado año ante el Guardés, han hecho mejor a su equipo.
“Tenemos muchas jugadoras jóvenes que necesitan vivir estos procesos y experiencias para ser mejores. El equipo está mejor que nunca y centrado en el día a día. Y eso es muy bueno porque significa que ha entendido lo que es el alto rendimiento”, concluyó.