ELCHE. Después de todo el proceso electoral autonómico, municipal y nacional que se ha concentrado en apenas medio año, la Junta Rectora del Parque Natural de El Hondo ha vuelto a reunirse para abordar las cuestiones pendientes que tiene. Un de las que más urge a corto plazo es la de la actividad cinegética, después de la polémica por la caza en dos ocasiones de cercetas pardillas que habían sido liberadas en el paraje por un proyecto de repoblación. Junto a este, otra cuestión que se abordará es la de trabajar en un nuevo plan de uso del parque, pues el actual está desfasado, y en la conexión del carril bici de la carretera de Dolores con el enclave natural.
Sobre el asunto de la caza, el más polémico, los ecologistas vienen denunciando desde hace tiempo que el Consell está haciendo "la vista gorda" con las aves que se permite cazar, siendo el número total más alto del permitido. Algo en lo que discrepa el presidente de la Junta, Vicent Sansano, ya que indica que la interpretación que están haciendo es "errónea", al considerar que están confundiendo los datos globales y no con el cupo concreto de cada coto. "No hay tantas aves". En cualquier caso, reconoce que ha habido poca transparencia por parte de la administración con este asunto y que hay que actualizar el cupo para Santa Pola y El Hondo, "porque es antiguo".
Precisamente esta situación y la caza de las cercetas ha desencadenado que la semana que viene se reúna por primera vez una comisión de trabajo ad hoc que se ha creado para abordar todo lo relacionado con la actividad cinegética. Sansano reconoce el conflicto que se ha creado con las denuncias de los ecologistas, que quisieran que los cambios legislativos y el control fuera más rápido, con el problema de los cazadores que se saltan la normativa y pasan a ser 'furtivos'. Se debatió en la junta de hace unos días y en la comisión de trabajo se integrarán responsables de la Conselleria, de la Junta, cazadores y ecologistas para intentar llegar a una solución.
Uno de los problemas es que tres o cuatro semanas antes de que empiece la temporada de caza algunos ya se adelantan. Hay que llegar a un punto intermedio dado que hay unos titulares de los cotos que tienen unos derechos y es un negocio que aporta beneficios, "hay que ver cómo se hace", señala Sansano, que en su opinión se podrían plantear cuestiones como comprar esos derechos de caza para reducir la actividad cinegética o comprar otras fincas para que no se cacen especies protegidas ni en horarios o lugares fuera de la normativa.
En cualquier caso, el presidente de la Junta Rectora apunta que además de mejorar las inspecciones y la reglamentación de caza, "hay que ir más allá", y apunta que hay especies en peligro de extinción que requieren de mucho esfuerzo, y esa caza no ayuda. Entre esas especies se encuentra la mencionada cerceta pardilla, la focha moruna —que está todo el año— o la malvasía cabeciblanca —que principalmente— está en verano, fuera de la temporada de caza. Con todo, no debería haber problema con la cerceta, que tradicionalmente se va en invierno, con el cambio climático ha atrasado esa retirada, por lo que se junta su estancia con la temporada cinegética, que empieza a mediados de octubre y está hasta febrero. Dejando de un lado la temporada, el problema es que igualmente hay problemas de furtivismo, porque uno de los abatimientos de cerceta recientes ha sido superando la medianoche, fuera del horario permitido aunque se posea título del coto.
En lo referente al plan de uso, el actual es de 1994, por lo que está obsoleto. Lo que se pretende con este es adecuarlo a la realidad de hoy, ya que es poco operativo en diferentes ámbitos como el turismo, el mantenimiento del agua en los azarbes y la actividad agrícola. Ahora está en trámite la aprobación de la memoria del año pasado y se está tratando en comisiones el nuevo Plan de Rector de gestión. Siguiendo el proceso administrativo de Conselleria, no estará como mínimo hasta finales de 2020. Además de la mencionada caza, abordará todo lo referido a los problemas de gestión desde hace tiempo o a las especies invasoras como las carpas en los embalses. También se tienen que mejorar los itinerarios como se hizo en el embalse de Poniente estos dos últimos ejercicios. En cualquier caso, después del importante número de visitas desde 2015, este año se espera triplicar las visitas de 2018.
Por último, en la Junta también se planteó pedir a la Conselleria de Medio Ambiente que inste a la de Obras Públicas, titular de la carretera de Elche a Dolores, a prolongar el carril bici un kilómetro más para que llegue hasta el Parque y conecte directamente con el circuito azul. Sansano especifica que la idea es abrir al mismo tiempo un circuito ciclista y para viandantes que conectaría la zona de carrizales por el interior hasta la vereda de Sendres donde acaba el camino de la Pedra Escrita, por la zona de Pusol. Actualmente, algunos de los caminos existentes que por allí transitan están cortados o son privados (de Riegos de Levante). Se pide su adecuación y señalización e incluso construir algún mirador. Una propuesta que parece ha sido bien acogida por la Dirección General de Medio Natural y Transición Ecológica.