EL CAMPELLO. Saber cuáles son sus verdaderas inquietudes, conectar con ellos por los canales que suelen utilizar y, sobre todo, saber escuchar en silencio son los retos y las claves que se plantean a las administraciones públicas para satisfacer a la población joven, en ocasiones desconcertada, desmotivada y necesitada de apoyo especial, que no pasa en ningún caso por la superprotección ni por el consentimiento pleno de cuanto reclama,.
El Campello ha acogido hoy una nueva edición de la Xarxa Jove de L'Alacantí, en la que han participado alcaldes, concejales y técnicos de juventud de los ayuntamientos de la comarca, y que ha presidido el director general del IVAJ, Jesús Martí, quien ha inaugurado el encuentro junto con el alcalde, Juanjo Berenguer (PP), y el concejal de Juventud, Cristian Palomares (PP). Entre los asistentes se encontraba también el primer edil de Agost, Juan José Castelló.
Juanjo Berenguer ha destacado que El Campello fue el primer municipio en aprobar, el año pasado, su Plan Jove, un instrumento necesario para avanzar en políticas de juventud, siempre tomando en consideración las opiniones y decisiones de este importante segmento de la población. También fue de los primeros municipios valencianos en dotar a la población juvenil de un Servicio de Información específicamente creado para ella en el año 1995, dotado de un personal muy profesional que lleva 27 años dinamizando a esa franja de edad y creando oportunidades de desarrollo, formación y ocio.
"No me equivoco mucho", ha señalado el alcalde, "si digo que los problemas y anhelos que se plantean en esa etapa de sus vidas son comunes a todos los jóvenes del mundo. Y, por supuesto, también a los que viven y se forman en nuestra comarca de L'Alacantí. Por ello es importante que, a problemática común, pongamos en práctica políticas comunes de desarrollo, formación y ayuda".
Por su parte, Jesús Martí ha enfatizado la labor del IVAJ en el desarrollo de políticas efectivas de apoyo a los jóvenes. "Tratar con jóvenes es difícil y ponemos personas a su lado para que escuchen y callen, porque hay que darles espacio y posibilidades para su desarrollo personal, y también para que se equivoquen… algo que tienen que hacer solos, con nuestra compañía, pero nunca de la mano, porque rodearlos de algodones no es bueno, dado que ellos deben actuar en su propio espacio".
Por último, el concejal Cristian Palomares ha señalado que la adolescencia y la juventud son, quizás, las etapas de la vida de las personas sujetas a mayor complejidad, no solo porque se abandona la niñez y, con ella, en una parte importante, una forma de vida absolutamente dependiente y a la vez segura bajo el paraguas de los mayores, sino también, y sobre todo, porque se les abre un amplísimo abanico de oportunidades, de dudas, de conflictos internos, de amistades, de relaciones… y, además, toca pensar en diseñar el futuro, tanto en lo que a estudios se refiere como a salidas profesionales que nos llenen plenamente y garanticen una vida placentera".
"Formar a los jóvenes en valores, animarlos a llevar una vida sana y a la vez plena de vivencias y facilitar ese tortuoso camino hasta llegar a la madurez, es también responsabilidad de todos cuantos nos dedicamos a políticas de juventud desde todos los ámbitos competenciales", ha finalizado.
