ALICANTE. Son varios los monumentos de arte efímero que adornan Alicante este año hablando de 'renacer', una alegoría habitual en Fogueres ya que forma parte del sentido mismo de la fiesta, que quema su valor más preciado para empezar después desde cero. En esta ocasión, se ve empezando por la hoguera oficial —que bajo el lema Geoda planta el veterano artista José Espadero en la plaza del Ayuntamiento, narrando el resurgir de la sociedad y de la fiesta con una mirada optimista hacia el futuro—, pasando por la hoguera Carolinas Altas, en categoría Especial —quienes directamente construyen con ese mismo lema: Renàixer, con dos figuras que representan la naturaleza y el fuego purificador, enfocándose en un futuro esperanzador—. Una referencia que se extiende por diversas piezas de las 89 hogueras adultas, y otras tantas infantiles, que se diseminan por toda la ciudad. Y es que ese sea, quizá, el concepto que más represente lo que, hoy por hoy, está sucediendo.
Lo que se vivió el año pasado fue realmente excepcional, con la superación que supuso para el sector de Fogueres atravesar con verdadero ahínco —y enorme éxito— la maltrecha situación en la que habían quedado tras la pandemia todos los sectores industriales y empresariales relacionados con la fiesta. Pero, entonces, otro duro golpe azotaba de lleno con una temida crisis inflacionista que volvía a teñir todo de incertidumbre. Los costes se multiplicaban y de nuevo se alargaba la cuesta, que parecía que no tenía final. Sin embargo, por enésima vez, todas las partes han vuelto a estar a la altura. Una situación a la que no se llega si no es con una pasión por la fiesta que supera todos los límites de la razón. Una pasión tan mágica, tan fantástica, como lo son todos esos monumentos que se erigen a metros de altura, como el orgullo que son para esta ciudad.
Las administraciones públicas han doblado su esfuerzo para apoyar a los diferentes colectivos del sector. El Ayuntamiento de Alicante casi ha duplicado su subvención, pasando de 403.400 euros destinados en 2020 a las comisiones de hogueras adultas e infantiles, hasta los 716.000 de este año. Por su parte, las comisiones que plantan en la categoría Especial acordaron elevar el presupuesto que destinan a sus monumentos, desde los 64.000 euros hasta los 82.500 euros, como mínimo, lo que supone casi un 30% más que el año pasado. Y la ciudadanía también ha respondido a la llamada: el censo de la fiesta de Fogueres ha experimentado un incremento de hasta 9.000 foguerers y barraquers más inscritos en el colectivo en 2023. Todos han puesto de su parte y eso hace prever que se superarán las expectativas de asistencia a los eventos del programa, que además caen en gran medida durante el fin de semana, lo que multiplica las posibilidades de batir la cifra del millón de ciudadanos que diariamente disfrutó de Fogueres el año pasado, con su consiguiente impacto económico.
Lo que parecía imposible, se ha vuelto a ver: resiliencia por enésima vez.