Tiendo a pensar con mucha frecuencia que algunos debates muy enredados entre los políticos están absolutamente fuera de las preocupaciones de la gente. Y por esa razón, muchas veces ha pasado que el pleno municipal ha dedicados una hora y media a hablar de un tema que trasladado a una noticia se ha convertido en un breve, mientras que ha pasado también muchas veces lo contrario, lo que menos tiempo y menos discusión ha generado se convierte en la noticia "de apertura", que es lo que consideramos los periodistas lo más destacado.
El otro día se presentó el borrador del nuevo Reglamento de Organización Municipal del Ayuntamiento de Elche, que pasa ahora al periodo de aportación de los grupos políticos de la oposición antes de su aprobación en el pleno municipal. Como habla de asuntos internos, del tipo cuánto deben hablar en el pleno o del debate del Estado de la Ciudad, cuántos sueldos, (dedicaciones exclusivas), se establecen, en fin, de como se organiza la corporación municipal, comisiones, etc, pensé que esto tenía poca trascendencia para el día a día de un vecino o vecina de Elche.
Pero de eso que luego te pones a mirar qué tipo de norma es este reglamento, a qué obedece y que consecuencias tiene que sea de una manera o de otra y te das cuenta de que si queremos que los ayuntamientos y en general las instituciones funcionen bien y hagan su cometido no podemos mirar para otro lado cuando se organizan.
Esto no pasa en los ayuntamientos pero hay altas instituciones del Estado que durante años y años han tenido una serie de prebendas y privilegios para sus integrantes que han pervertido el sistema y han producido intereses y anacronismos que nos dejan en ridículo por haberlo permitido. Por eso, y en contra de lo primero que pensé, sí nos debe interesar y debemos prestar atención a la forma en la que se organizan las instituciones y cómo se regulan, cual es el acceso, cómo se paga y cómo afecta a la ciudad.
Por ejemplo, en el borrador presentado por el actual equipo de gobierno en Elche, PP y Vox, se formaliza el criterio de ofrecer sueldos a la mitad de los concejales de cada grupo municipal. Una idea del alcalde Pablo Ruz y su círculo de máxima confianza que sorprendió a sus socios de Vox, a sus oponentes del PSOE y a nosotros los periodistas. (La portavoz de Vox en Elche aún le envía por lo bajini a veces al alcalde un "te lo advertí" en mitad del pleno, no sé si pensaba Aurora Rodil que el sueldo a la oposición era para que no hicieran su trabajo).
Esto que se presta a la broma fácil de que al final ellos se lo guisan, ellos se lo comen, es decir, se dieron cuenta qué difícil es la travesía en el desierto de la oposición y han decidido dar un paso adelante para cuando les vuelva a tocar, eso, al final es normalizar la actividad política. Otra cosa es si los salarios que se pagan están por encima del trabajo que algunos hacen o muy lejos de la realidad de por ejemplo, la empresa privada.
Otro tema que trata el reglamento es el debate sobre el Estado de la Ciudad. Este invento podría ser un gran acierto de participación ciudadana si se regulara bien. De momento, en el borrador se limita el tiempo de intervención del alcalde que hasta ahora era el único que podía disponer del que considerara necesario.
En el caso de Carlos González esto era muy peligroso, menos mal que su equipo le hacía entrar en razón y le cortaba un poco porque tremendo peñazo que soltaba a veces. Con lo fácil que es ser concreto e ir al grano. Aún recuerdo aturdida un supuesto "desayuno informativo" con los periodistas que consistió en un alcalde hablando solo 50 minutos con unas notas que tenía a mano en un pequeño papel. Cuando dijo ¿alguna pregunta? entendí que él no había entendido el espíritu medio off the record medio informal de intercambio de opiniones de un desayuno informativo. Imagínense a este perfil de político en un debate serio y oficial... Una que viene de la radio sabe que si breve dos veces bueno y si concreto y al grano, tres.
Pues eso. Límite de tiempo, un acierto. Sin embargo, en esos debates hablan algunos representantes de la ciudadanía, de los consejos y otros órganos de consulta que existen. Mi pregunta es ¿seguirá como hasta ahora? Es decir, o no haciendo ningún caso de lo que ese representante les dice o "eligiendo" al representante adecuado.
Creo que si fueran algo perspicaces sabrían que hoy en día por mucho que se intenta callar o apagar a la gente, para bien o para mal hablan critican comentan y opinan donde se les escucha. De ahí que las urnas saquen resultados que, ¡vaya! no esperaban. Si fueran listos utilizarían ese debate para tomar nota y mejorar y no para intentar una vez más sacar pecho unos y sacar los colores los otros.
En fin, hay mucha tela que cortar en esto del reglamento, sobre todo porque igual que lo pueden aprobar, lo pueden desaprobar. Pero me interesa porque mi experiencia me dice que una vez tiras del carro adelante, ir para atrás canta mucho. Las mejoras y los avances en transparencia y participación real serán bienvenidos por mi parte, los postureos y retrocesos criticados. Y es que yo, como periodista, voy en el saco también y si profundizas un poco nuestra labor es esa, la crítica.