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nueva consellera tras la marcha de Marzà

Raquel Tamarit, la incógnita en Educación tras aprobar en Cultura

12/05/2022 - 

VALÈNCIA. Raquel Tamarit fue elegida este miércoles por casi por aclamación por Compromís, una coalición en la que se debate/discute casi todo, como nueva consellera de Educación, Cultura y Deporte. A punto de cumplir 44 años esta maestra que ejerció su profesión hasta 2012 sucederá a Vicent Marzà, quien hasta ahora es su jefe dado que lleva tres años como secretaria autonómica de cultura y deportes.

El consenso generalizado que ha generado en el seno de la coalición su elección tiene varias expliaciones. Se trata de una militate histórica, que arrancó en el sindicato estudiantil BEA y en Unitat del Poble Valencià hace 25 años y que de ahí pasó al Bloc, ahora Més, y a Compromís. Su caracter abierto le hace estar bien considerada internamente.

Tamarit, además, tiene experiencia en la gestión. En 2007 fue elegida concejala en Sueca, su localidad natal, y en el gobierno local que dirigía Joan Boaldoví ejerció como responsable de educación y a partir también de 2012 como portavoz del grupo municipal. La marcha del entonces alcalde al Congreso de los Diputados le abrió las puertas de la alcaldía en 2015. En 2019 volvió a situar a Compromís como la fuerza más votada pero el socialista Dimas Vázquez rompió el acuerdo botánico y se hizo investir con los votos del PP y de Ciudadanos. Ese 'golpe bajo' le llevó a la Conselleria y, paradójicamente, ha acabado lanzando su carrera. 

Eso sí tiene ante sí un enorme reto como es la gestión de un departamento con tres 'cabezas' y el segundo presupuesto más alto de las consellerias sólo superado por Sanitat. Cultura lo tiene 'controlado', Deporte es a priori la más sencilla al no tener demasiadas competencias y habrá que ver cómo gestiona un área enorme y compleja como Educación, más allá de su condición de maestra o su experiencia en Sueca.

Baldoví es una pieza clave en su trayectoria y con él ha vivido muchas cosas. Entre otras, ser absueltos hace ahora poco más de un año de un supuesto delito de prevaricación urbanística que no existió. La unión que ya existía se reforzó y el creciente peso del diputado en las decisiones autonómicas de Compromís ha remado a favor de su nombramiento ahora.

Tamarit aterrizó en 2019 en la secretaría autonómica de Cultura y Deporte bajo una cierta mirada de desconfianza por parte de los profesionales del sector. Tanto habían oído hablar de la creación de una soñada Conselleria única de Cultura –habladurías electorales que nunca se materializaron- que el fichaje de alguien ajeno al sector para sustituir a Albert Girona les supo a poco. Marzà optó por un perfil más político, algo que cayó como un jarro de agua fría entre los distintos agentes artísticos, quienes en su día criticaron el movimiento del de Compromís. Tres años después, sin embargo, la cosa ha cambiado y su talante la ha llevado a convertirse en la principal interlocutora de la Conselleria en materia cultural, una profesional bien valorada por el sector en unos años de problemas profundos. No hace falta recordar que apenas un año después de su llegada València amanecía confinada, un encierro que ha afectado muy especialmente a la cultura en directo.

En este tiempo Vicent Marzà se ha ido desdibujando en el ámbito cultural a favor del área de Educación, que consume la mayor parte de los recursos de la Conselleria, un movimiento que ha derivado en una presencia sensiblemente menor del conseller en espacios culturales en comparación con la primera legislatura. Sin embargo, el espacio que ha ido dejando no ha quedado vacío. Tamarit le ha tomado el relevo cuando ha sido necesario tanto social como comunicativamente, estando presente en actos que antaño presidía el conseller y afianzándose como la voz de la Conselleria en esta materia. Su apretada agenda en los últimos años así lo avala, un calendario copado de inauguraciones, charlas y demás eventos culturales en los que ella ha sido la cara del gobierno. Raquel Tamarit era, o así parecía, la consellera de Cultura.

A la espera de conocer quién la sustituirá a ella al frente de la secretaría autonómica, este cambio de posición en el gobierno autonómico apunta a una gestión más bien continuista en materia cultural, un curso, además, que estará marcado por el plan estratégico presentado el pasado mes de septiembre. El texto, que sustituye a ‘Fes Cultura’, fija los proyectos a desarrollar de aquí a 2023 (algunos de ellos, de hecho, ya están en marcha), una hoja de ruta que guiará las políticas del área hasta el final de legislatura. Cabe destacar, además, que Tamarit es la principal voz implicada en la gestión de los fondos europeos del ámbito cultural, un pilar clave para entender la gestión pública de los próximos meses.  

En estos casi tres años al frente de la secretaría autonómica Tamarit también ha sido la cara frente algunas de las mayores crisis de la legislatura, como la polémica transición del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) tras la no renovación del contrato de José Miguel G. Cortés o el conflicto con el sector de las artes escénicas, quienes se plantaron el pasado año y llegaron a anunciar una ruptura del diálogo con la Conselleria de Cultura, una batalla a la que se tuvo que enfrentar desde sus primeros días en el gobierno autonómico. “Una de las cosas que tengo muy claras es que puedes pedir paciencia cuando acabas de entrar. En mi caso, yo acabo de entrar, pero ni Compromís acaba de entrar en el gobierno ni mi conseller en nuevo. Entiendo su inquietud”, reflexionaba durante su primera entrevista con este diario.

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