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ENTREVISTA (II) al presidente de confecomerç

Rafael Torres: "Cerca del 30% de los comercios afectados por la Dana cree que no volverá a abrir" 

Foto: EDUARDO MANZANA
20/01/2025 - 

VALÈNCIA. Muchos comercios siguen luchando hoy en día para volver a retomar la actividad, tras la descomunal Dana, que asoló la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. No obstante, esa batalla no está siendo sencilla por los graves daños causados. Por ello, desde el sector exigen a la Administración la "aceleración" en la concesión de ayudas para minimizar el impacto. Especialmente, urgen al Consorcio de Compensación de Seguros que vaya abonando las cuantías y que haga anticipos para que los negocios puedan empezar a tomar decisiones.

"El Consorcio tiene que acelerar los pagos, pero, sobre todo, dar la información de la ayuda total que a cada uno le corresponde para que los negocios vayan haciendo números", exige Rafa Torres, presidente de la Confederació d'Empresaris del comerç, servicis i autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç). Y más teniendo en cuenta la delicada situación de un sector, uno de los más golpeados por la riada con 8.000 locales damnificados. "Cerca del 30% de los comercios afectados por la Dana cree que no volverá a abrir", advierte.

Asimismo, Torres pide que no se baje la guardia y se normalice la situación porque "detrás de los números y el PIB hay dramas y familias enteras que lo han perdido todo". Valencia Plaza aborda en esta parte de la entrevista la situación del comercio casi tres meses después de la catástrofe. 

-El comercio ha sido uno de los sectores más afectados por la Dana con más de 8.000 locales afectados. Cerca de tres meses después de la tragedia, ¿en qué situación se encuentran los negocios?

-Han pasado ya más de dos meses y nos podría a llevar a pensar que se está normalizando todo. De hecho, vemos que desde ciertas instancias se está intentando dar un viso de normalidad y de que el PIB no se verá tan afectado, pero nuestra labor es seguir trasladando la realidad que es muy dura y lo será durante mucho tiempo. Son más de 8.000 negocios afectados, de los cuales el 70% está muy afectado. Ahora mismo, estamos en un proceso en el cual el cuello de botella es y sigue siendo el pago del Consorcio de Compensación de Seguros. Tras los datos que hemos aportado, las críticas que hemos ido haciendo y las reuniones que hemos ido teniendo, especialmente con el Ministerio de Economía, se han acelerado los pagos.

-¿Qué porcentaje de ayudas se ha abonado ya?

-Hace una semana, los expedientes de comercio representaban el 15% del total de esos más de 200.000 que se han presentado, pero de los pagados solo el 1%. Ha habido mucha agilidad en las últimas semanas, pero es cierto que tanto automóvil como vivienda va mucho más rápido que pagos al sector empresarial. Las ayudas se van cobrando, tanto autonómicas como estatales, pero el problema es el Consorcio.

Foto: EDUARDO MANZANA

-¿Dónde está ese cuello de botella del Consorcio?

-El mayor problema es que está empezando a pagar cantidades, pero no te dice en concepto de qué, ni qué porcentaje supone sobre la ayuda total que vas a tener. Por ejemplo, un comercio de Alfafar ha cobrado 30.000 euros, muy pocos han cobrado, pero en este caso sí. Le pregunté qué porcentaje era eso y no lo sabe. Él había pedido cerca de 100.000 euros, por lo que ha recibido el 30% de lo que reclama, pero no sabe si ese será el total, es un anticipo y le van a dar más… Por tanto, aunque algunos están empezando a recibir dinero no tienen la información a cuenta de qué y no pueden hacer números porque no saben si tendrán más ayuda o si ese será el montante final. Esa incertidumbre paraliza. La Administración debe entender que detrás de los números hay personas. Hay una línea que se creó de 240 millones para comercio local en uno de los reales decretos para préstamos bonificados al 0% y que, en teoría, con una declaración responsable el banco te lo concedía, pero no está siendo así. Las entidades no están respondiendo ni están por la labor de facilitar ni estos préstamos ni los ICO porque al final piden garantías. Podría ser una carta del Consorcio diciendo que a este señor le vamos a pagar X para que le puedan adelantar, pero eso no ocurre porque no hay información. Por tanto, necesitamos que el Consorcio acelere los pagos, pero, sobre todo, que dé la información de la ayuda total que a cada uno le corresponde.

-Ha estado manteniendo reuniones con el Gobierno y cuando le reclaman transparencia y celeridad, ¿qué le trasladan?

-En ese aspecto no hay mucha transparencia. Queremos saber el porqué de ese cuello de botella. No sé si es porque esos 3.500 millones de euros que dotaron al principio al Consorcio no están disponibles y están esperando o qué pasa. No sabemos muy bien, pero el Gobierno se resiste a autorizar adelantos de pagos a las compañías de seguros y lo que pedimos es que eso se permita, bien a través de las compañías o bien directamente el Consorcio. También solicitamos que dado que hay un cuello de botella y que las ayudas, aunque se han acelerado van lentas, que se permita un adelanto del 50% de la cobertura que tiene una empresa o una persona, y después que se justifique con facturas si se necesita más o menos. Creo que eso es lo más razonable para que la economía se empiece a mover. 

-De media, los pocos que están recibiendo las indemnizaciones, ¿qué están recibiendo? 

-Un 25 o un 30% sobre la póliza. Si uno supiera que va a cobrar el 100%... Pero eso no es así. Lo que falta es información porque la incertidumbre es la mayor enemiga de la actividad económica y del ánimo de las personas.

-Usted comentó recientemente que las ayudas no cubren ni el 20% del coste total de abrir un negocio, ¿existe riesgo de que ese comercio se pierda?

-El tema es que las administraciones están ayudando y damos las gracias, pero esos 5.000-8.000 euros sirven para animarte e intentar empezar, pero los que están abiertos están bajo mínimos. En la última reunión con el Ministerio de Economía nos decían que en torno al 40-45% de los datáfonos de las zonas afectadas están inactivos. Por tanto, más de un 40% todavía no tiene actividad, pero depende del municipio y la afección de la Dana en cada localidad. En Paiporta, por ejemplo, los comercios abiertos no llegan ni al 15%.

-¿Prevé entonces cierres definitivos?

-A nosotros nos dicen que en torno al 30% pueden no abrir porque no lo ven posible porque el nivel de pérdidas es descomunal. A veces se frivoliza mucho con este tema y no somos conscientes de que muchos tienen que reconstruir de nuevo. Además, se están perdiendo clientes y proveedores y después recuperarlos es muy complicado. En pandemia estábamos todos encerrados, pero ahora unos funcionan con normalidad y otros están sin hacerlo o lo hacen a medias. Ese lucro cesante actual y futuro es muy difícil de calcular.

-En pandemia algunos subsectores comerciales se recuperaron más rápido que otros. ¿Puede ocurrir en este caso? ¿Cuáles se reactivarán antes?

-Los electrodomésticos, las tiendas de muebles o de automóviles crecerán porque son cosas que se tienen que comprar y que son de necesidad. En pandemia bajó mucho moda y complementos y subió el equipamiento del hogar, ahora va a pasar los mismo y va a subir mucho equipamiento del hogar y bajará mucho lo demás en esas poblaciones.

-Ante el miedo generado, ¿existe el riesgo de relocalización de negocios a otras poblaciones?

-Claro. Ahora mimo, en la campaña de Navidad y de rebajas se ha notado el cierre del MN4 y de Bonaire porque el centro de València estaba lleno. Al principió, no se notó porque hubo una paralización absoluta y bajó la actividad un 80% en las primeras semanas. Después se fue recuperando poco a poco en las semanas de navidad. Toda esa demanda sale por otro lado, veremos el resto del año.

-Me refería a cambio de ubicación de comercios hacia otras poblaciones. 

-Eso está ocurriendo. De hecho, un miembro de nuestra junta directiva de Confecomerç casi seguro que se va a cambiar. Al final, es verdad que es complicado porque gran parte de la base de los clientes son de la población y lo hace más difícil y arriesgado, pero hay casos de negocios más generalistas que están dando el paso. ¿En qué porcentaje? No lo sabemos, porque es muy pronto. Vemos por las encuestas que hacemos que cerca del 30% ahora mismo piensa que no va a volver a abrir. Hay ánimo, pero ese ánimo necesita ser alimentado.

Foto: EDUARDO MANZANA

-Por tanto, ¿qué medidas pide el comercio a la Administración?

-Certidumbre, celeridad y capacidad.

-¿El sector se ha sentido arropado?

-En teoría sí, porque se han preocupado, pero en la práctica no lo han entendido. No voy a entrar en política, pero la Administración autonómica, al ser de aquí, tiene más empatía por la situación, pero los que no están aquí, hablo del Gobierno, de la oposición y los partidos en general, tienen una empatía menor. El miedo que nos da es que el Gobierno traduzca esto en números, cifras y PIB y que tienda a hacer ver que el problema se está solucionando y que la afectación no va a ser tanta como estaba prevista.

-¿Cree entonces que desde el Gobierno se minimiza el problema y no son conscientes de la magnitud?

-Para ser consciente de la magnitud hay que recorrerse no una, sino muchas poblaciones y hablar con mucha gente. Yo he estado en cinco o seis localidades y he hablado con muchos y cada vez que vuelves de ahí acabas muy tocado. Lo que nos da miedo es que desde fuera se empiece a normalizar y a dar la sensación de que esto va a pasar, que los valencianos somos muy fuertes y tenemos una resiliencia tremenda… Detrás de esto hay dramas, personas y familias enteras que lo han perdido todo y no tienen un futuro claro. 

Por tanto, no nos vale que nos digan que están acelerando, porque han pasado ya más de dos meses. Tardaron tres minutos en decidir que había que destinar 2.300 millones a Telefónica para controlarla porque entraban unos inversores árabes y ese dinero no estaba en los presupuestos. Aquí llevaremos unos 1.000 millones de ayudas directas porque lo demás es el Consorcio y los ICO y los préstamos no son ayudas. Cuando hay voluntad política puedes tomar decisiones extraordinarias y, por eso, no entendemos que no se haya permitido a las compañías adelantar el dinero y que el Consorcio no haya tomado la decisión, por instrucción del Gobierno, de hacer un protocolo por el cual se hagan adelantos para que las familias tengan un futuro. Falta empatizar y darse cuenta. 

-Para agilizar la reactivación del sector, Confecomerç ha lanzado una iniciativa de bolsas solidarias, que se inspira en los antiguos sellos con los que se pagaron las obras del Plan Sur tras la riada de 1957 en València. ¿Cómo ha sido la acogida?

-Ha sido un éxito. Esto nos ha sorprendido. Habíamos preparado menos de 100.000 bolsas y hemos tenido que encargar más. Estamos enviando a comercios concretos. Nuestra preocupación ahora es atender la respuesta porque esto hay que mantenerlo vivo porque esta campaña va para largo. Hay mucho interés y ahora hay que hacer que la logística llegue. 

-¿Han conseguido sumar a grandes superficies o alguna marca para conseguir mayor impacto?

-Ya hemos tenido reuniones con fabricantes y empresas de gran distribución. Estamos esperando respuesta de un supermercado muy relevante y negociando. Estamos haciendo todo lo posible para responder a la demanda que hay y que el consumidor encuentre las bolsas. A final, esto tiene un mensaje bonito, que permite emocionalmente sumarte y, además, la campaña enriquece la experiencia de la compra física, las relaciones sociales y la sensación de comunidad que defendemos desde el pequeño comercio. Esto es la prueba de que la gente se involucra y forma parte de la comunidad.

Foto: EDUARDO MANZANA  

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