VALÈNCIA. La Associació d'Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC) renueva su liderazgo. Rafael Tormo Cuenca, quien hasta ahora había sido coordinador general de la entidad, deja la presidencia de la asociación tras varios años al frente de la misma, que a partir de ahora será asumida por Xelo Bosch, quien liderará al nuevo grupo de coordinación elegido en la última asamblea de la entidad.
Junto a Bosch, completa la nueva junta Sara Rodríguez y Javier Busturia, como coordinadores adjuntos, y Cyrille Larpenteur como secretario/tesorero. Mau Monleón, Peter Bosch, Rafael Amorós y Salomé Rodríguez, por su parte, serán los vocales.
El hasta ahora coordinador, Rafael Tormo, se ha despedido del cargo en una reivindicativa carta en la que ha valorado el periodo “intenso y enriquecedor” al frente de la entidad, en el que se han dado “pasos importantes en la estructuración y visibilización del colectivo”, al tiempo que ha lamentado que actualmente dos de las principales plazas de director del circuito artístico de València estén vacantes, tras el “cese innecesario” de José Luis Pérez Pont al frente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, y la salida de Nuria Enguita del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM).
“Aunque la dependencia actual de becas y fondos públicos no resuelve completamente la precariedad estructural del sector, las artes visuales necesitan un pacto sociopolítico que impulse un cambio de percepción y reconocimiento del arte, alejándose de censuras, controles y manipulaciones sectarias […] Esta falta de liderazgo genera incertidumbre en el sector y pone en peligro el progreso conseguido hasta ahora. En este contexto, la continuidad de las políticas culturales que han favorecido la visibilidad y el apoyo a los artistas visuales se encuentra en riesgo”, expresa Tormo en la misiva.
En la misma, el hasta ahora coordinador general de AVVAC hace un repaso a algunas de las propuestas y reivindicaciones clave de estos años y, también, de futuro. Entre ellas, la reivindicación de un ritmo “más humano” para la cultura, alejado de la cultura de la productividad y la competencia, así como la lucha contra la precariedad laboral y mejora de las condiciones o el refuerzo de las relaciones entre los artistas y las instituciones. También la promoción de la utilidad social del arte y la educación artística así como la demanda de “recursos suficientes y un acceso horizontal a los medios de producción” son algunos de los asuntos que subraya Tormo.