ALICANTE. Quirónsalud Alicante ha incorporado a sus servicios tecnología de impresión 3D para la reproducción de patologías y lesiones traumatológicas gracias a las cuales se puede realizar un abordaje quirúrgico más preciso y personalizado. Esta técnica puede ser utilizada en prácticamente cualquier intervención quirúrgica sobre estructuras óseas o articulares y como indica el doctor Luís Sánchez Navas, jefe de la Unidad de Traumatología de Quirónsalud Alicante, “esperamos también aplicarla en la planificación y tratamiento de lesiones que afecten a partes blandas como ligamentos y tendones”.
Entre sus múltiples utilidades destaca la posibilidad de planificar la cirugía protésica para ajustar la prótesis ya que estas no están ajustadas y presentan diferentes diseños y tamaños que no están adaptados específicamente a cada paciente. Esta circunstancia obliga al cirujano a ir tomando decisiones durante el mismo acto quirúrgico para adaptar la prótesis preconfigurada a una anatomía específica. “Con la planificación que nos permite hacer el impreso en 3D esa articulación”, explica el doctor Sánchez Navas, “las pruebas y decisiones que necesariamente hay que hacer se han realizado previamente en el laboratorio, pudiendo probar sin riesgo, y con la posibilidad de rehacer cuantas veces sea preciso, cualquier paso del procedimiento, evitando el tener que hacerlas durante la cirugía y así sortear circunstancias indeseadas no reversibles.”.
En relación al abordaje quirúrgico de las fracturas, la impresión 3D permite definir perfectamente la forma, tamaño y posición de los distintos fragmentos que la constituyen y diseñar cómo se deben colocar en su posición, como si fuera un puzle, además de calibrar que implante es el ideal para abarcar y mantener esa fractura específica. Como explica el doctor Jorge Salvador, traumatólogo de Qurónsalud Alicante, “gracias a la impresión 3D de la fractura se puede minimizar el tamaño de las incisiones, así mismo, al saber previamente qué necesitamos hacer y qué nos vamos a encontrar podemos tener preparado el mejor implante para el caso, con tamaños y posiciones ya previstas y no decidirse durante la cirugía”.
Una impresión 3D consiste en la creación de una reproducción, en un material plástico, del hueso, la articulación o de los fragmentos que se han formado en una fractura que presenta un paciente en concreto. Para crear el modelo 3D de la zona que se va a intervenir, primero se debe disponer de un TAC o resonancia magnética de la zona a abordar del paciente. Estas imágenes en dos dimensiones son tratadas a través de un completo sistema informático capaz de transformar las imágenes de un TAC o una RM en una reconstrucción en tres dimensiones. “Esta información”, relata el doctor Javier Ferrández, traumatólogo de Quirónsalud Alicante,” es de nuevo procesada para convertirla en instrucciones transmitidas a una impresora 3D, que, utilizando un material específico, transformando esa información en un objeto físico, reproducción exacta de la anatomía del paciente individualizado”.