ALICANTE. El que está llamado a ser el nuevo presidente del Hércules, Quique Hernández, y su valedor, Enrique Ortiz, fueron los dos grandes ausentes del partido de este domingo en el José Rico Pérez.
Mientras que el constructor se encontraba de viaje, el primero optó por no acudir al encuentro por respeto al todavía máximo mandatario, un Juan Carlos Ramírez que siguió el choque desde la primera fila del palco en compañía del resto de integrantes del consejo de administración y del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri.
Por cierto, la reunión del órgano de gobierno en la que se ha de hacer efectiva la renuncia del empresario vasco y el nombramiento de su sucesor está todavía pendiente de fijarse.