opinión

¡Que viene Donald Trump! (parte 2)

22/07/2024 - 

Aunque todavía faltan más de tres meses para que se celebren las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la inmensa mayoría de los pronósticos dan vencedor al candidato de Partido Republicano, Donald Trump.

Los lectores más fieles recordarán que el pasado mes de enero ya publicamos una tribuna de opinión que titulamos “¡Que viene Donald Trump!”, así que como todavía no ha llegado, la de hoy la vamos a titular “¡Que viene Donald Trump! (parte 2)”… Y no crean que la saga terminará aquí, porque seguro que da para bastante más.

En el episodio de hoy vamos a repasar algunos de los asuntos que más nos preocupan, no desde un punto de vista político, sino desde un punto de vista económico y con un impacto final en los mercados financieros, que es lo que a ustedes y a mi nos interesa. Vamos con ello…

La inflación que puede venir

Como decíamos antes, las apuestas dicen mayoritariamente que Trump será el nuevo presidente y unas cuantas de las medidas que ya está anunciando, que tomará una vez acceda al cargo, se muestran como potencialmente inflacionistas, algo que a día de hoy los inversores no parecen estar contemplando, ya que apoyándose en los últimos discursos de los responsables de la Fed, con Powell a la cabeza, se cotizan dos bajadas de tipos de referencia antes de final de año (la primera, en septiembre), de 25 puntos básicos cada una.

En diferentes entrevistas y discursos, Trump afirma que rebajará la tasa del impuesto de sociedades del 21% al 20%... aunque le gustaría rebajarla hasta el 15%. (De todos es sabido que una bajada de impuestos puede ser inflacionista porque incrementa la demanda agregada a través de un mayor consumo e inversión, lo que puede presionar los precios al alza).

Con todo, Trump no parece muy enfrentado con Powell, considerando que está haciendo un buen trabajo, según se publica en una entrevista reciente concedida por el candidato… para a continuación afirmar que no lo volvería a nombrar para renovar a un tercer mandato, en mayo de 2026.

Los diferentes consensos que consultamos, afirman que la elección de Trump, estimularía negocios que se benefician de una mezcla inflacionaria, de regulaciones más flexibles y un mayor proteccionismo, generaría un dólar fuerte, mayores rendimientos de los bonos estadounidenses y ganancias en acciones bancarias, de salud y de energía.

Aranceles y guerra comercial 

Una victoria de Trump daría más fuerza a un fenómeno que ya se produjo en su anterior mandato y que, lejos de corregir, la Administración Biden ha mantenido y aumentado: más aranceles y fuertes restricciones al negocio con China de chips y tecnología.

También en una entrevista reciente, Trump dijo que los aranceles son una excelente herramienta para incrementar los ingresos y la negociación… y no se quedó ahí, ya que añadió que impondrá aranceles generales del 10% y que llegarían al 60%-100% los aranceles a China.

Pero aquí no quedan las cosas… en la reciente convención republicana que se ha desarrollado en los últimos días, en la que se ha confirmado la candidatura de Donald Trump a la presidencia, también se nombró al joven senador por el Estado de Ohio, J.D. Vance, como candidato a la vicepresidencia. Con un perfil muy parecido al de Trump ha destacado por ser más agresivo incluso en sus mensajes, especialmente en cuestiones de proteccionismo, apuntando claramente a Europa.

El Viejo Continente ya se ha puesto en alerta para lo que viene y conviene que, a este lado del charco, seamos conscientes de que podríamos ser duramente castigados en una renovación de la guerra comercial, no sólo por los aranceles que pudieran recibir nuestras empresas, sino también por el efecto “fuego cruzado” que pueda llegar de China.

Hemos comentado en varias ocasiones que las compañías industriales europeas cotizadas tienen una fuerte exposición exterior, tanto a Estados Unidos como a China y, por tanto, resultan vulnerables en un contexto de incertidumbre comercial. Un ejemplo reciente los hemos tenido en ASML Holding, que aunque ha presentado unos buenos resultados y una cartera de pedidos sólida, ha sufrido una fuerte corrección en su cotización, probablemente por el peso que suponen posibles restricciones en sus ventas a China.

Recientemente se ha publicado que desde EEUU están estudiando la posibilidad de imponer la “norma del producto extranjero directo”, que le permite imponer controles sobre los productos fabricados en el extranjero que utilicen la más mínima cantidad de tecnología estadounidense. Esta medida se establecería si los gobiernos de Países Bajos o Japón no imponen sus propias restricciones a las ventas a China.

Cuestiones de Defensa

Ya hablamos de esto en nuestro anterior artículo mencionado, pero es que tanto Trump como Vince han mostrado escepticismo sobre la idea de defender Taiwán contra cualquier agresión china.

También han manifestado su oposición a las ineficientes sanciones contra Rusia.

Y en los últimos días, en Europa han calado otros mensajes, entre ellos que “Europa debe ser quien defienda a Ucrania”, abogando por que Europa se autofinancie en cuestiones militares… (Textual: “¿Por qué los estadounidenses tienen que subvencionar la “idiota” política energética alemana y su débil política de defensa?”).

Tampoco parece que Reino Unido vaya a ser en esta ocasión un gran aliado para el duo Trump-Vance… Recientemente, el que aparentemente será futuro vicepresidente ha acusado al Reino Unido de ser un “país de islamista”, ahora que los laboristas han alcanzado el poder.

Y no parece una cuestión de ideología política, porque Meloni tampoco se ha librado de las críticas de Vance, que ha dicho que su política de reducción de la inmigración ilegal en Italia ha sido un auténtico fracaso.

Tengan por seguro que veremos antes de terminar el año un tercer episodio de esta saga.

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