¿Qué es el síndrome prevacacional?

El verano trae consigo la esperada temporada de vacaciones, un periodo que muchos ansían para descansar y recargar energías. Sin embargo, en lugar de ser una fuente de alivio, para una gran parte de la población trabajadora, la anticipación de este descanso se convierte en una causa significativa de estrés, un fenómeno conocido como síndrome prevacacional. Este trastorno, aunque no reconocido oficialmente en los manuales de psicología, presenta síntomas que afectan a muchas personas, como explica Xavi Sabin, psicólogo sanitario y experto en psicología del trabajo.

El síndrome prevacacional no aparece en los manuales diagnósticos oficiales de la psicología, pero los síntomas asociados a este fenómeno son reales y comunes. Entre los más destacados se encuentran la excesiva activación emocional, donde las emociones intensas, incluso las positivas, pueden generar estrés. La euforia y la anticipación de las vacaciones pueden llevar a un estado de sobreexcitación que afecta el bienestar general.

Otro síntoma importante es la ansiedad por desconexión. Las personas con un alto nivel de compromiso laboral a menudo sienten ansiedad al desconectarse de sus tareas y responsabilidades, preocupados por lo que pueda suceder en su ausencia. Esta ansiedad se agrava con el miedo a perderse algo importante en el trabajo y la dificultad para delegar responsabilidades, lo que incrementa el estrés.

Además, las vacaciones implican pasar más tiempo con la familia, lo que puede ser una fuente de estrés debido a la convivencia intensiva y la necesidad de gestionar las expectativas y actividades de todos. Esta preocupación por la dinámica familiar y social es otro factor que contribuye al estrés prevacacional.

El estrés prevacacional se debe principalmente a la anticipación de cambios significativos en la rutina diaria. Estos cambios, aunque positivos, requieren una adaptación que no siempre es fácil. Entre los síntomas más comunes se encuentran el insomnio, debido a la preocupación por dejar tareas pendientes o por la organización de las vacaciones; nerviosismo y ansiedad, especialmente en los días previos al inicio de las vacaciones; problemas digestivos, manifestaciones físicas de la ansiedad; y tensión relacional, derivada de las preocupaciones por pasar más tiempo con la pareja, hijos o familia extendida, lo que puede generar conflictos y estrés adicional.

Afrontar el síndrome prevacacional requiere adoptar estrategias efectivas para minimizar el estrés y disfrutar plenamente del periodo vacacional. Una recomendación clave es establecer expectativas realistas, aceptando que no se puede resolver todo antes de irse de vacaciones. Es crucial priorizar tareas y comunicar claramente a clientes y compañeros lo que quedará pendiente.

Otra estrategia importante es dividir las tareas y no intentar hacer todo de una vez. Planificar y dividir las tareas en etapas manejables ayuda a reducir la sensación de abrumo. Mantener hábitos saludables y evitar cambios drásticos en la rutina diaria antes de las vacaciones también es esencial. Una transición gradual ayuda a preparar la mente y el cuerpo para el descanso.

La comunicación abierta es fundamental. Informar a todas las partes involucradas sobre los plazos y las expectativas durante el periodo vacacional, tanto en el ámbito laboral como en el familiar, es crucial para evitar malentendidos y reducir el estrés. Asimismo, negociar y planificar con la familia sobre cómo se organizarán las vacaciones ayuda a prevenir conflictos. Decidir juntos las actividades y los tiempos de descanso asegura que todos estén en sintonía y disfruten del periodo vacacional.

Es también vital gestionar el tiempo personal, reservando momentos para uno mismo incluso durante las vacaciones familiares, para mantener el equilibrio emocional. Implementar estas estrategias no solo ayuda a prevenir el síndrome prevacacional, sino que también mejora la calidad del descanso y el disfrute de las vacaciones, reduciendo el estrés, mejorando la calidad del sueño y fomentando relaciones interpersonales más saludables.