VALÈNCIA (EFE). Los expertos y directivos del consenso económico y empresarial de PwC prevén un enfriamiento de la economía española en 2024, un ejercicio en el que el PIB aumentaría un 1,6 % -tres décimas menos que en las previsiones anteriores- debido a "la pérdida de fuelle de la demanda interna y de las exportaciones".
Esta es una de las conclusiones del informe, correspondiente al cuarto trimestre del año y elaborado por PwC a partir de la opinión de un panel de 450 empresarios y directivos, que mejora la previsión para 2023, con un crecimiento del 2,1 %, dos décimas más que en el informe del mes de junio.
El documento presta especial atención a la evolución de los tipos de interés y la mayoría de los encuestados prevé que se mantengan en el 4,5 % en junio del año que viene y que en diciembre de 2024 bajen levemente para quedarse entre el 3,5 % y el 4 %.
Respecto a la inflación, los encuestados esperan que se mueva de forma paralela a los tipos de interés y sólo anticipan cambios para diciembre del próximo año, cuando podría estar entre el 2,5 % y el 3 %.
La opinión de los panelistas sobre la coyuntura económica ha empeorado. El 32,6 % de los encuestados califica la situación actual como buena y el 61,2 % la considera regular, mientras que un 53,1 % prevé que en un año "vaya a peor".
Un 76,3 % de los expertos, empresarios y directivos justifica el enfriamiento de la economía en que "la demanda esperada no va a ser suficiente para incrementar la producción": un 42,4 % opina que las familias "van a moderar su consumo en los próximos seis meses" y el 74,7 % cree que "el parón más significativo lo va a experimentar la compra de vivienda, que va a disminuir".
Por parte de las empresas, el factor determinante será el impacto que tendrá en la actividad el deterioro de los principales mercados exteriores en las exportaciones.
Así, aumentan diez puntos, hasta el 53,1 %, los encuestados que dicen que la situación económica y financiera de las compañías es regular, y suben 33 puntos, hasta el 46,5 %, los que creen que las perspectivas de los mercados exteriores son desfavorables.
Estos datos han provocado opiniones "menos optimistas" que hace unos meses sobre la evolución de la inversión productiva, la exportación y la creación de empleo. El 43,4 % asegura que la inversión productiva va a disminuir en los próximos seis meses, el 37,4 % dice lo mismo acerca de las exportaciones y el 55,6 % espera un freno en la creación de empleo.
El informe, hecho público este domingo, dedica una de sus partes al modelo energético y la mayoría de los panelistas se muestran de acuerdo con el empeño de la Unión Europea de impulsar la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono y la lucha contra el cambio climático, aunque hay ciertas dudas respecto al ritmo de aplicación.
El 40,2 % de los entrevistados cree que los objetivos marcados son difíciles de lograr, pero que se conseguirán con grandes sacrificios, mientras que un 37,2 % dice que supondrán un gran golpe para la industria europea y se modificarán.
Por otra parte, casi un 53 % de los encuestados que se muestran partidarios de asumir los objetivos de descarbonización pide a las autoridades comunitarias plazos más largos y realistas para poder adaptar la industria y la tecnología.
Preguntados sobre las ayudas públicas vinculadas a los combustibles fósiles -que en 2022 ascendieron a 6,5 billones de euros, según el FMI-, casi el 50 % de los panelistas dice que "sería lógico que ese dinero se destinara a la investigación y promoción de energías verdes".