ELCHE. Recuerdo cuando el Real Madrid venció al Elche en septiembre de 2014 con aquel penalti inexistente de Carlos 'La Roca' Sánchez a Pepe. Lo que pensaba en los minutos posteriores al 'shock'. Me rondaba la cabeza esta frase: ¿Y si el equipo desciende a Segunda por este punto perdido? Quedaban 34 partidos por delante, 102 puntos más para garantizar la salvación. Menos mal que los hombres dirigidos por Fran Escribá lo consiguieron con una jornada de antelación. Gracias, por cierto, a un empate contra el otro 'grande', el Barcelona.
Desgraciadamente, he tenido pensamientos de este tipo varias veces esta temporada con los franjiverdes. Después de los encuentros contra Osasuna, Numancia, Mallorca, Real Oviedo, Extremadura, Alcorcón… y por último, Córdoba. Puntos perdidos que ya no vuelven. Y que se pueden echar muchísimo de menos en junio.
Escasez de experiencia, ocasiones falladas, faltas evitables, decisiones arbitrales desfavorables…todo un cúmulo de "detalles", como definió Javi Flores, que dejan al Elche con 16 puntos en 16 jornadas. Un botín escaso por "lo merecido", como repite Pacheta. De momento, suficiente para hallarse fuera del descenso. Pero si no se mejora esta media, propiciada por cinco compromisos sin ganar, el triste destino lo imaginamos todos.
Si nos centramos en el último choque, reconozco que firmaba el empate de antemano. Era una visita a un rival directo en un momento delicado. No sólo por el punto que tú sumas, también porque mantienes la distancia con el Córdoba. Pero con el desarrollo del juego en los 90 minutos, es evidente que el resultado deja un sabor agridulce. Primera parte de notable alto, con buen juego, muy pocas concesiones atrás, dos palos y un gol al borde del descanso, de los que hacen 'pupa'. Anotado por Iván Sánchez, que vive un momento de forma excepcional.
Tras el descanso, veo varios factores que empequeñecieron al Elche: el empuje del rival, la falta de tranquilidad para controlar el balón, incapacidad para sentenciar en una contra, bajón físico y imposibilidad del juego directo a Sory Kaba, que cuajó una mala actuación. A pesar de todo ello, pienso que el equipo ilicitano apenas sufrió con las intentonas andaluzas. Pero cuando tienes una ventaja mínima, siempre está el riesgo. Miguel de las Cuevas lo castigó con una genialidad que le birló dos puntos muy valiosos.
Con los últimos resultados, ya noto que parte del entorno tolera menos los discursos de Pacheta. Cuando no ganas ni tampoco ofreces una imagen muy grata, las palabras pierden fuerza. Y lo redondeas con falta de autocrítica. "El rival te somete porque son muy buenos y el campo aprieta", "nos falta mala hostia para matar los partidos". Imagino que el entrenador también tiene una responsabilidad en ambas afirmaciones y debe trabajar para corregirlo. Recalca que el equipo está pasando un periodo de adaptación a la Segunda, pero él también.
Yo mantengo mi crédito a Pacheta. Está claro que comete sus errores, pero soy consciente de las limitaciones del plantel, que le apoya a pies juntillas y lo da todo en el césped. Y, de momento, cumple con el objetivo de dejar a mínimo cuatro equipos por debajo en la tabla. Sin embargo, la competición sigue y urge una reacción antes de Navidad. Toca #GanarAlSporting.