VALÈNCIA. El todavía presidente de la Generalitat, Ximo Puig, recuperó este jueves su traje de secretario general del PSPV-PSOE. Un atuendo que, y así se lo han recriminado internamente a menudo estos años, había permanecido en el armario desde su entrada en el Gobierno valenciano y que, ahora, tras la derrota electoral del pasado 28M, deberá vestir a diario.
El pasado jueves, las direcciones provinciales del partido en Valencia y Alicante aprobaron unas propuestas de listas al Congreso y al Senado que no contaban con la aprobación o, al menos, no satisfacían los planes de Puig. Ante este desafío orgánico, el secretario general del PSPV-PSOE tenía dos opciones: dejarlo correr -quizá lo que habría hecho si fuera presidente reelegido- o dar un puñetazo en la mesa.
Tal y como se venía apuntando desde la noche del jueves, la segunda opción fue la que ayer, durante la ejecutiva del PSPV, se puso sobre la mesa. Así, Puig acometió diversos cambios en las candidaturas que expresaron, no solo disconformidad con la propuesta de las provinciales, sino también un mensaje claro en clave orgánica a elegir a personas de su confianza y con una amplia trayectoria en el partido.
En Alicante, Puig ha aplicado un verdadero cambiazo a la propuesta de la dirección provincial que controla Alejandro Soler. Sobre todo, en el Senado, donde el líder del PSPV ha eliminado los tres nombres propuestos inicialmente -Ana Martínez, Ángel Franco y Eva Montesinos- para sustituirlos por gente de su proximidad, como Toñi Serna y Antonia Moreno, integrantes del Gobierno del Botànic, y el alcalde de la Vila Andreu Verdú, que ha perdido las elecciones. En el Congreso, Puig ha borrado los perfiles de María José Adsuar y Antonio Zapata, ambos destacados sanchistas, ha retrasado a Lázaro Azorín al puesto cinco y ha introducido a José Díaz y a la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, en el tres y cuatro, respectivamente. Desde luego, los cambios son vistos desde la dirección provincial como un jarro de agua fría, máxime cuando no ha existido ni negociación ni propuesta del PSPV previa con una sugerencia de nombres. Desde la cúpula provincial se interpreta la réplica de Puig como un golpe de autoridad que hasta ahora el objetivo común, las elecciones del 28M, había enterrado, pero que pone en evidencia las dos visiones que se tiene del partido. Es difícil que la provincial busque la mediación de Ferraz, pero toma nota de lo ocurrido para futuras decisiones que pueden ser controvertidas, como la elección de los diputados provinciales de Alicante.
Así, en Valencia los cambios más destacados fueron la entrada de Alfred Boix encabezando el Senado en sustitución del alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, cercano a Bielsa. Boix, ex secretario de Organización del PSPV-PSOE, es una de las personas del círculo más estrecho de Puig. Además, en el número 3 al Congreso, sustituyó a la diputada provincial Pilar Sarrión, también próxima a Bielsa, por la ex alcaldesa de Quart de Poblet y parlamentaria autonómica Carmen Martínez, una dirigente con peso en l'Horta Sud, la comarca del líder provincial.
La propuesta de lista con los cambios salió refrendada por 44 votos a favor y 10 en contra y la mayoría de intervenciones en la ejecutiva criticaron la propuesta de la dirección provincial sin contar con el liderazgo de Puig y consideraron que ese tipo de maniobras iban en la línea de lo ocurrido cuando los socialistas estuvieron 20 años en la oposición. En la otra orilla, afines a Bielsa y a Soler lamentaron la decisión de cambiar lo aprobado por los órganos provinciales que emanaba directamente de las comarcas, incluso ellos mismos tomaron la palabra para defender su proceder. Un intercambio tenso de pareceres que propició que, según fuentes presentes, Puig afirmara al final de la ejecutiva: "Yo nunca seré un problema para el PSPV".
Al margen de lo discutido en la reunión, fuentes del sector de Bielsa, por su parte, consideraron un "error" los relevos acometidos por Puig, especialmente en el caso de Boix, dado que a su juicio esta designación fortalecerá el apoyo en las comarcas en torno al líder provincial. Además, calificaron de "vulneración de los estatutos" que se hubiera votado y aprobado una nueva candidatura en vez de limitarse a elaborar un informe adjunto a la lista propuesta por los órganos provinciales, tal y como, efectivamente, refleja el documento para la elaboración de candidaturas de Ferraz y pudo comprobar este diario.
"Entendemos que la legitimidad sale de la decisión que han adoptado los órganos provinciales, pero si Madrid acepta la modificación de las listas la acataremos", señalaron fuentes cercanas a Bielsa, quienes aseguraron que el líder provincial había rechazado una oferta de situar en un puesto de salida a una persona cercana en la lista al Senado para que votara a favor.
Con este tenso escenario, será la dirección federal la encargada de determinar finalmente si la candidatura enviada por la ejecutiva de Puig es la válida o decide de nuevo recuperar la propuesta elaborada por la provincial, si bien fuentes de la dirección del PSPV aseguraban que desde Ferraz se respaldaría el criterio de la ejecutiva liderada por Ximo Puig.
Por otro lado, en la reunión no se abordó la cuestión referente a los diputados provinciales. Pese a que en el reglamento federal de desarrollo de los Estatutos de 2022 colgado en la web del PSOE, se incide en que esta candidatura debe pasar por la dirección autonómica, en las bases de elaboración para las listas de este año figura que la propuesta de los diputados provinciales irá directamente a Madrid. No así la propuesta para la presidencia de la institución, que sí debe pasar por la ejecutiva regional. En cualquier caso, fuentes del PSPV aseguraron ayer que este proceso, que también ha sido causa de discrepancias, se mantendrá pausado por el momento.