VALÈNCIA. Este lunes dará comienzo el Debate de Política General en Les Corts Valencianes, una sesión inicial que sirve para que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, exponga su balance de la gestión realizada durante el pasado curso político y establezca públicamente sus líneas maestra de cara al próximo ejercicio.
Ahora bien, estas intensas jornadas parlamentarias, que concluyen el miércoles con el debate y votación de las propuestas de resolución, también tienen como objetivo para los distintos grupos marcar una estrategia política: en el caso de Puig, defender su gestión y transmitir una mirada de futuro; mientras que en la oposición, debilitar la posición presidencial y poner el acento en los posibles agujeros en la acción política del Ejecutivo.
La cita, en esta ocasión, contiene diversas situaciones que la hacen más interesante que años anteriores. Para empezar, se producen tres debuts en el debate: la portavoz del PP, María José Català; la síndica de Ciudadanos, Ruth Merino, y la de Unides Podem, Pilar Lima, llevarán por primera vez la batuta de su grupo en el debate.
El papel de la dirigente popular resulta especialmente interesante: el PPCV ha atravesado un año de cambios. Carlos Mazón ha sustituido al frente del partido a Isabel Bonig y, al no ser diputado, ha depositado la confianza en Català para que sea su voz en la cámara. Se intuye un discurso aguerrido por parte de la síndica popular en cuanto a la gestión de la pandemia, con especial intensidad probablemente en la situación atravesada en las residencias de la tercera edad, así como la de los profesionales sanitarios. De la misma manera, a buen seguro que también la gestión de los servicios sociales que pilota Mónica Oltra será el blanco de las críticas, junto a las dudas que genera la reconstrucción económica fiada a los fondos europeos.
En esta línea, todo apunta a que Catalá tratará de abrir brecha sobre las cada vez más frecuentes discusiones en el Govern del Botànic -formado por PSPV, Compromís y Unides Podem- y probablemente, también aproveche para dirigir algunos ataques a Puig por la investigación abierta sobre las ayudas recibidas por las empresas de su hermano, así como por la reciente sentencia contra el exmarido de Oltra por abusos a una menor, especialmente después de que el TSJCV confirmara la condena y criticara la actuación de la Generalitat.
Más dificultades probablemente tendrá la portavoz del PP para señalar a Puig por la reforma todavía sin acometer del sistema de financiación, dado que el presidente de la Generalitat ha estado esta misma semana con su homólogo andaluz, Juanma Moreno Bonilla, del PP, sellando un acuerdo reivindicativo sobre esta cuestión.
Al margen de esta intervención, el resto de peligros para Puig podrían venir de sus socios. El ambiente se ha caldeado en los últimos días a colación del inicio de la negociación presupuestaria, donde los socialistas han percibido lo que ellos llaman una 'pinza' Compromís-Unides Podem para lograr imponer alguna de sus reivindicaciones como la implantación de la tasa turística.
Así, habrá que prestar atención al debut de la síndica de Podem, Pilar Lima, para ver qué nivel de crítica conlleva y, de la misma manera, será interesante también cuánto de exigencia implementa en su discurso el portavoz de Compromís, Fran Ferri, tras los últimos acontecimientos.
Más dificultades para destacar tendrá Ciudadanos. Su portavoz, Ruth Merino, también se estrena en estas lides tras la espantada de Toni Cantó, pero la crisis abierta en la formación naranja ha adelgazado también la capacidad de influencia de un grupo que ya ha perdido cinco diputados hacia la bancada de no adscritos. En cuanto a Vox, se presume un discurso provocador y afilado de la síndica Ana Vega que les permita mantener su línea de desmarque frente al PPCV, algo que probablemente intente aprovechar Puig o el propio portavoz socialista, Manolo Mata, para situarlos como futuros aliados de los populares para alcanzar la Generalitat.
Por otro lado, antes de entrar a valorar las respuestas de la oposición (30 minutos para cada grupo primero y después 10 minutos de réplicas), habrá que escuchar el discurso del presidente de la Generalitat, quien hablará a partir de las 10 de la mañana sin límite de tiempo.
Fuentes oficiales aseguran que la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, el refuerzo del estado del bienestar, el impulso de la economía y el empleo y la transformación tecnológica y la apuesta por la investigación son las cuatro líneas estratégicas de futuro del Consell que defenderá Puig en su intervención. Al margen de esto, se espera que el presidente mantenga la tradición de lanzar algunos de sus ya clásicos 'ximoanuncios' -como los bautizó el exsíndic de Podem, Antonio Estañ- con compromísos para el próximo curso.
Al margen de estas pinceladas, desde Presidencia afirman que Puig informará también sobre la situación de la Comunitat Valenciana un año y medio después de la llegada de la pandemia de coronavirus, poniendo el acento en el "enorme esfuerzo de responsabilidad y sacrificio hecho por la sociedad valenciana, incluida su ejemplar respuesta a la vacunación".
También remarcará que la Unión Europea está "cumpliendo las expectativas" de reparto de Fondos Europeos y materializando el Next Generation EU mediante la llegada de fondos a la Comunitat Valenciana. Igualmente defenderá la necesidad de abordar "un conjunto de reformas estructurales en España, particularmente la aprobación de un nuevo modelo de financiación, con la finalidad de profundizar en la cohesión territorial del país desde las bases de igualdad, eficiencia y justicia".