CASTELLÓ (EFE). El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha afirmado sobre el travase Tajo-Segura que no cuenten con el Gobierno valenciano "para guerras" del agua, porque ese "no es el camino", y ha asegurado que llegará "hasta donde haya que llegar" en defensa de "la racionalidad y un uso del agua inteligente, como se hace en la Comunitat Valenciana".
Puig ha contestado en estos términos al ser preguntado sobre el real decreto aprobado por el Gobierno que modifica las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura y reduce de 38 a 27 hectómetros cúbicos al mes la cantidad de agua trasvasada en ese acueducto en situación de normalidad hídrica.
El president ha dicho que el Gobierno valenciano va a trabajar en los próximos seis meses "intensamente" en el ámbito jurídico, técnico, de las alegaciones y del diálogo para que los regantes valencianos tengan garantizada "agua de calidad y a un precio razonable".
"Eso es lo que queremos y vamos a defender ahora y siempre, con cabeza, con inteligencia, con racionalidad y desde luego sin entrar por la línea de la demagogia, de la guerra del agua", ha aseverado Puig, quien ha admitido que en este asunto son "muy diferentes" las visiones de las comunidades autónomas, porque es un problema con "un arraigo territorial muy grande".
Ha insistido en que los valencianos están "en contra de la confrontación", la cual "solo tiene un resultado, que los regantes cada vez tienen menos agua y al final cada vez hay mas incertidumbre", y ha hecho un llamamiento a intentar buscar puntos de encuentro.
El president ha reiterado que para la Generalitat este trasvase es "absolutamente irrenunciable" y no puede limitarse hasta que no esté "garantizada un agua suficiente proveniente de otros ámbitos", pero es consciente de la situación de crisis climática y por ello buscará diálogo con el fin de que se pueda garantizar "agua para siempre" a los regantes valencianos.