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caída en los índices de emisión de partículas a la atmósfera

Efecto coronavirus: el confinamiento también depura la calidad del aire en el Puerto de Alicante 

17/05/2020 - 

ALICANTE. El confinamiento general (y la consiguiente reducción del tráfico) impuesto tras la declaración del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, han tenido un efecto directo sobre la mejora de la calidad del aire en el conjunto del territorio nacional, en función del último estudio elaborado por Ecologistas en Acción a partir de los datos captados por las estaciones de medición oficiales en 26 grandes poblaciones del país.

Según ese informe, la mejoría ha sido especialmente significativa en el caso de la ciudad de Alicante, en la que se ha registrado una caída del 72% de los niveles de contaminación habituales durante los meses de marzo y abril. Y esa es la misma conclusión que también se corrobora por lo que respecta a las estaciones de medición instaladas en el entorno del Puerto de Alicante, una de las localizaciones en las que se concentra parte de la actividad industrial de la ciudad. 

El Puerto sirve, además, de escenario para la carga y descarga de graneles que hasta ahora se sigue desarrollando al aire libre, con el consiguiente riesgo de propagación de partículas a la atmósfera, como vienen señalando colectivos vecinales, organizaciones ecologistas y asociaciones de padres de los colegios próximos. Y también las sucesivas advertencias emitidas por la Conselleria de Transición Ecológica, que forzaron la adopción de medidas correctoras en 2016 (sistemas de pulverización, instalación de muros pantalla y la propia instalación de esas estaciones de medición, entre otras) y que han conllevado, incluso, la imposición de varias sanciones.

Por lo pronto, Alicante Plaza pudo comprobar que la actividad desarrollada en el Puerto no ha quedado al margen de lo que podría considerarse como un efecto indirecto del coronavirus. De acuerdo con los datos recopilados en esas estaciones de medición, controladas por la Generalitat a través de la Red Valenciana de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica, ninguno de los cuatro puntos de medición situados en el área de influencia del recinto portuario ha captado un valor medio de partículas de PM10 que alcance las 20 ug/m3 en el periodo comprendido entre el 14 de marzo y el 30 de abril.

Eso sí, con la salvedad de que, hasta el momento, no existen datos publicados para el conjunto de las cuatro estaciones entre los días 31 de marzo y 20 de abril. Según las fuentes consultadas, esas mediciones se captaron, y registraron niveles similares al resto de días del confinamiento, aunque no están publicadas en la red de vigilancia. Según las mismas fuentes, esa circunstancia podría derivarse de las alteraciones sufridas en la tarea de actualización de datos tras la instauración del teletrabajo entre el personal de la Conselleria de Transición Ecológica. 

Sea como fuere, con los datos disponibles en el periodo analizado, el valor medio más alto captado entre los cuatro puntos de control es el registrado en la estación situada en la Dársena Pesquera, con un índice medio de 17,82 ug/m3 entre el 14 de marzo y el 10 de mayo. En esa misma estación, el valor máximo se alcanzó el 26 de abril, con 37 ug/m3. Durante este año, el valor más elevado captado hasta ahora se alcanzó el 28 de febrero, con 192.

La siguiente estación que presenta un segundo índice medio más alto es la situada en el Parque del Mar, con un valor de 15,24 ug/m3 para el periodo comprendido entre el 14 de marzo y el 30 de abril. En este punto de control, el día en el que se registró el dato más elevado también fue el 14 de marzo, con un valor de 24 ug/m3. Durante este año, el registro máximo también se alcanzó el 28 de febrero: 267 ug/m3.

En tercer lugar, figuraría la estación del Tinglado Frutero, con una media de 11,72 ug/m3 para el mismo periodo. En este caso, el valor máximo también se alcanzó el mismo 14 de marzo: 29 ug/m3, cuando en lo que va de año han llegado a alcanzarse picos de 145 ug/m3, igualmente el pasado 28 de febrero.

Y el cuarto valor medio más elevado sería el de la estación del Instituto Social de la Marina (ISM), con un registro de solo 6,37 ug/m3. A diferencia de las estaciones anteriores, en este punto de control el día en el que se captó el valor más alto fue el 26 de abril: 15 ug/m3. Eso sí, el pico de este año también se registró el 28 de febrero, con un valor de 73 ug/m3.

¿Significa eso que durante el confinamiento se ha reducido el ritmo de actividad en el Puerto y que por eso se han registrado menores niveles de contaminación? En principio, no. El Puerto ha mantenido su funcionamiento habitual a lo largo de toda la crisis sanitaria, salvo en el periodo en el que se acordó la suspensión de toda actividad económica no esencial, entre el 30 de marzo y el 9 de abril. 

Y, al menos, en función de la información facilitada por la Autoridad Portuaria, en el conjunto del periodo de confinamiento no se ha paralizado la estiba de graneles. Más bien todo lo contrario. Siempre según fuentes portuarias, el movimiento de materiales pulverulentos ha aumentado hasta superar el doble de volumen con el que se operó en el mismo periodo del año anterior. En marzo de 2019, se movieron 71.116 toneladas de graneles sólidos, mientras que en marzo de 2020, se descargaron 139.120. En abril de 2019, el dato fue de 99.683 toneladas y en abril de este año se superaron las 200.000.

¿Puede haber influido en la reducción de los datos de contaminación la concurrencia de condiciones meterológicas especialmente favorables?  No parece un factor determinante puesto que los valores de PM10 registrados a lo largo de esas mismas fechas de 2019, con un balance climatológico similar, fueron superiores, como puede comprobarse en los registros de las cuatro estaciones correspondientes a ese año disponibles en los siguientes enlaces: Tinglado Frutero, Dársena Pesquera, Instituto Social de la Marina y Parque del Mar. Con todo, sí es cierto que en el periodo de confinamiento se han producido más días de lluvia que en el mismo periodo del año pasado, lo que habría contribuido a mejorar la calidad del aire. En concreto, según fuentes portuarias, desde el 14 de marzo hasta el 13 de mayo se han registrado 18 días de precipitaciones, frente a las 13 jornadas del año pasado. No obstante, las intrusiones de aire sahariano en ese plazo (que arrastran partículas y empeoran la calidad del aire) han sido 13 en esos dos meses, frente a las 11 registradas en el mismo periodo del 2019, según fuentes portuarias. 

¿Puede concluirse entonces que la reducción de la intensidad del tráfico es la que ha propiciado esa reducción en la contaminación del aire en el entorno del recinto portuario? Como mínimo, es una causa probable, a partir de la observación de esos registros. Máxime si se tiene en cuenta que la intensidad del tránsito en la ciudad de Alicante se redujo una media del 74% en los días posteriores a la declaración del estado de alarma, como informó Alicante Plaza. Desde el 14 de marzo, el sistema de sensores de conteo instalado en los principales puntos de acceso a la ciudad ha venido contabilizando alrededor de 60.000 vehículos diarios en circulación, frente a los más de 226.000 que suelen registrarse habitualmente. 

Por el momento, como también informó este diario, la Autoridad Portuaria ha firmado un nuevo convenio de colaboración con la Universidad de Alicante (UA) para que Instituto Ingeniería de los Procesos Químicos (IIPQ) elabore un estudio en el que se identifiquen las "fuentes que contribuyen a los niveles de PM10 en el entorno del puerto de Alicante", así como su evolución en un plazo de tres años, durante el periodo 2019-2021, con el fin de tener una confirmación científica de cómo se distribuye el origen de la propagación de partículas a la atmósfera en las proximidades del recinto portuario.


A priori, antes de que finalice su elaboración, debe comenzar a funcionar la terminal específica para el movimiento de graneles en nave cerrada, adjudicada a la multinacional de origen francés Eiffage a cambio de su explotación comercial por un plazo de 30 años. Las obras ya cuentan con todos los parabienes necesarios y su funcionamiento debería ponerse en marcha en un año. De hecho, la compañía inició hace más de dos semanas las labores de refuerzo del muelle 17 que resultan necesarias para reforzar la estabilidad de las instalaciones y reducir el efecto de posibles vibraciones en el caso de que se produjesen movimientos sísmicos.

No obstante, la Plataforma por un Puerto Sostenible continúa albergando dudas sobre el cumplimiento de esos plazos, tras incidir en que la construcción de esa terminal de graneles en nave cerrada acumula ya un retraso de más de un año. En esta línea, portavoces del colectivo llegan a sostener que en realidad no existe un interés real por desarrollar su construcción. En la misma línea, sus representantes ponen en cuestión la validez del nuevo estudio encomendado a la UA al considerar que se trata de un informe de parte financiado por el propio Puerto.

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