BENIDORM. Todo empezó con una promesa electoral del PP de Benidorm: crear un parque en el Murtal. El anuncio lo hacían acompañado de un vídeo, como acostumbran a hacer cada mañana desde que se abrió el periodo de campaña. El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, aseguraba en él que habían creado el parque de Foietes. Un lugar de esparcimiento junto a la Colonia Madrid, zona ampliamente residencial y donde solo ganó el PSOE en el voto local en 2015. Un barrio por tanto codiciado por ambas partes y que despertó las críticas de los socialistas.
Las redes sociales fueron un hervidero durante el fin de semana con opiniones encontradas de ambos bandos. Por un lado estaban los del PP, que aseguraban que había sido un logro de su partido, ya que el ideólogo del parque fue Manuel Pérez Fenoll hace casi una década.
Además, revelan que una de las primeras reuniones que tienen los populares una vez vuelven a la alcaldía de Benidorm, en 2015, es con la Generalitat para saber qué pasa con este proyecto, que había estado estancado durante años. Al mismo tiempo, defienden que la gestión de las obras las realizan desde el propio ayuntamiento con Pérez al mando.
Pero por otro lado, los socialistas argumentan que el parque está financiado con fondos de la Generalitat. Un plan autonómico que creó Camps, y que en Benidorm tenía como máximo exponente estas obras que no se llegaron a hacer porque finalmente fue un brindis al sol que coincidía con el Plan E de Zapatero. Sin embargo, refutan desde el PP este argumento, asegurando que se incluyó en el presupuesto autonómico antes de que entrara Puig.
Hay que tener en cuenta que el parque de Foietes tuvo detrás una gran polémica por la expropiación de los terrenos, por lo que al final costó más dinero del que se fijó en un momento. El Consistorio a principios de los 2000 no se llegó ni a presentar al juicio por el justiprecio del terreno. No es hasta el 2018 cuando el Ayuntamiento llega a un acuerdo con los últimos propietarios, que pedían más de 4 millones, y al final acuerdan 1,9 millones.