ALICANTE. La negociación de los presupuestos municipales del Ayuntamiento de Alicante para 2024 comienza con un balance similar al registrado en las conversaciones desarrolladas sobre las cuentas de 2023, que no llegaron a debatirse en pleno, precisamente, por falta de apoyos. Por lo pronto, el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), no logró arrancar, este martes, un posible respaldo por parte de los concejales de Vox en el transcurso del primer encuentro desarrollado hasta ahora con los grupos que ejercen funciones de oposición.
Después de más de una hora de reunión, los representantes del partido que preside Santiago Abascal concluyeron que su posición quedará determinada por el balance de admisión de las enmiendas que prevén presentar a la programación económica diseñada por el PP, siempre que el detalle del proyecto (todavía no conocido más que en sus líneas centrales) no incorpore como previsión de ingresos la imposición de multas asociadas a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
Ese conjunto de medidas con las que se pretende reducir emisiones contaminantes a la atmósfera, mediante el desarrollo de proyectos de reurbanización que prioricen el tránsito peatonal o el uso del transporte público en detrimento del tráfico en vehículos particulares, sigue siendo para Vox una "línea roja" infranqueable para que sus cuatro ediles puedan votar a favor (o, en su caso, abstenerse) en el momento en el que las cuentas del próximo ejercicio se sometan a debate.
De este modo, el grupo encabezado por Carmen Robledillo como portavoz mantiene su rechazo a la puesta en marcha de posibles restricciones a la circulación, a la espera de que se detalle el funcionamiento de la ZBE de Alicante a través de su ordenanza específica que, según precisaron fuentes de Vox, todavía estaría en fase de elaboración, a tenor de la consulta formulada este martes a los representantes del equipo de gobierno presentes en la cita: el edil de Hacienda, Toni Gallego, y el vicealcalde, Manuel Villar.
Según las mismas fuentes, los dos ediles del PP se limitaron a apuntar los objetivos centrales del presupuesto sin desglosar partidas por concejalías. En este sentido, únicamente confirmaron algunos de los avances que ya se han dado a conocer hasta ahora: la inclusión de una primera partida representativa para el desarrollo del sistema de mejora retributiva de la llamada carrera profesional; el incremento salarial del 3% preacordado por el Ejecutivo central para 2024; la provisión de fondos adicionales para cubrir gasto corriente asociado al incremento de los precios energéticos y a la prestación de los servicios para los que se acaba de renovar su prestación (limpieza viaria y transportes) y la inclusión de inversiones pendientes a través de un plan plurianual.
Se trataría, así, de un presupuesto continuista, según fuentes consultadas, en el que, no obstante, sí se habría producido un movimiento que habría generado cierta satisfacción entre las filas de Vox: el hecho de que no se recoja ninguna partida expresa para áreas como cooperación internacional, inmigración o políticas LGTBI. Es decir, justo la demanda que Vox viene planteando de forma recurrente año tras año desde el inicio del pasado mandato.
Ahora, está por ver qué receptividad puede tener esa decisión entre el resto de fuerzas políticas que conforman la oposición. En principio, todo parece indicar que PSOE, Compromís y Esquerra Unida Podem no estarían dispuestos a asumir la eliminación de esas partidas, en tanto que ya rechazaron la aplicación de recortes durante los tres años precedentes.
Por lo pronto, lo cierto es que el PP inició la ronda de contactos con Vox al considerarlo como socio preferente tanto por afinidad ideológica en un mismo espacio político como por la evidencia de que ambos partidos comparten responsabilidades de gobierno en la Generalitat, a pesar de que persistan desencuentros en asuntos como el respaldo a las concentraciones convocadas ante las sedes locales del PSOE frente a la propuesta de amnistía que se estaría ultimando en la negociación para la formación del próximo Ejecutivo central (Vox anunció este martes que la respaldaría en Alicante, mientras que el PP se desmarcó al considerarlas "poco democráticas", según apuntó el vicealcalde, Manuel Villar, en la comparecencia informativa semanal sobre los acuerdos aprobados en Junta de Gobierno).
No obstante, el objetivo de los populares es mantener próximos encuentros con el resto de formaciones opositoras que forman parte del eje progresista. De hecho, está previsto que este miércoles se celebre una segunda reunión con los representantes de Compromís (que ya hicieron llegar algunos planteamientos propios al PP en septiembre), prevista inicialmente para este martes, pero aplazada ante la duración de la cita con Vox. Y, a priori, deberían reproducirse esas reuniones tanto con el PSOE como con Esquerra Unida Podem.