Al futbolista se le dijo que se le permitiría salir si se encontraba un recambio de garantías, cosa que finalmente no ocurrió.
ALICANTE. Lo reveló este martes uno de los dos protagonistas. El director deportivo del Hércules, Javier Portillo, aseguraba haber mantenido el día anterior una charla con Carlos Martínez, con el objetivo de recomponer una relación que quedó tocada a finales de julio cuando el primero se negó a facilitar la salida del segundo.
El delantero, que actualmente se recupera de una fractura en las costillas, trasladó entronces que contaba con una oferta del fútbol indonesio que mejoraba las condiciones que tenía en Alicante y que quería la carta de libertad. La salida del máximo goleador del equipo en la 2018/19, justo en unos días en los que además estaba en el aire la continuidad de otro de los delanteros, de Jona Mejía, motivó la celebración de un comité de crisis con Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez al frente y en el que participaron el propio futbolista, el director deportivo y el entrenador, Lluís Planagumà. Fue justo después del amistoso disputado en Torrellano el 30 de julio.
Aunque públicamente se trasladó que no había constancia del interés de terceros y que, en cualquier caso, solo se permitiría la salida del futbolista si llegaba una oferta económica por sus derechos que satisfacía al club, la realidad es que a Carlos Martínez se le dijo que si en las semanas que restaban de mercado se le encontraba un sustituto de garantías, que contase con la carta de libertad. Los días fueron pasando, el delantero barcelonés jugando (al igual que a Jona, las lesiones de Alejandro Alfaro y Benja Martínez les abrieron de par en par las puertas del once), pero el hipotético recambio no llegó. Sobre la razón por la que se produjo esto último, huelga decir que las versiones difieren: de un lado se dice que no se encontró a nadie de garantías y del otro que no se quiso encontrar, además de rechazar una oferta económica del Andorra.
El caso es que este lunes se cerraba el mercado de fichajes y Carlos sigue en la plantilla, trabajando a menor ritmo por la lesión que sufre (que le impedirá también entrar en la convocatoria para Bunyol), pero con la vista puesta en los encuentros frente al Sabadell y Orihuela de las dos siguientes jornadas. En el último día de la ventana de fichajes de verano, Portillo trató de limar asperezas con él.