ALICANTE. Los vecinos del Centro tradicional y Casco Antiguo mantendrán su campaña reivindicativa frente a la proliferación de terrazas en la vía pública a la vista de situaciones que, a su juicio, exceden los límites contemplados en los permisos de algunos establecimientos.
El ejemplo gráfico de uno de esos supuestos incumplimientos es el de la imagen que ilustra esta información (ver la imagen superior), captada este mismo sábado en la calle Felipe Bergé: una instantánea en la que se refleja la reubicación de mesas para dar cabida a grupos de clientes más numerosos. "Si tienen permiso municipal para instalar cuatro veladores, que son una mesa y cuatro sillas por cada mesa, caben 16 personas; si se agrupan los veladores, esa cifra es mucho mayor y, con ello, también las molestias por el ruido que generan", según abundan sus representantes. "Este sábado, en este caso concreto, había más de 20 personas en una celebración que comenzó a las 14.30 horas y se prolongó durante toda la tarde", apuntan.
"Han anulado la regulación de Gabriel Miró sin contar con nuestras alegaciones", insisten
Los residentes insisten en que sus avisos a la Policía Local no son atendidos. "Llamamos para quejarnos del ruido y no vienen; y cuando lo hacen nos dicen, que tienen autorización y que no pueden hacer nada", se lamentan. "Estamos peor que nunca y no parece que haya interés en arreglar nada; de momento, ya han dejado sin efecto el decreto de ordenación de veladores de Gabriel Miró en base a las alegaciones de los hosteleros; ¿y qué pasa con las nuestras, que también presentamos?", añaden.
En esta línea, sostienen que la única solución viable es la reducción de las terrazas que generan molestias y no instalar más mobiliario en la vía pública que dificulte el tránsito peatonal y el acceso de los vehículos de los servicios de emergencias. "No todos los establecimientos incumplen, pero seguimos sin entender que se concedan permisos de velador a los pubs", prosiguen. De ahí que continúen reclamando la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) para que no se concedan nuevas autorizaciones. Hasta este lunes, según sus portavoces, todavía no se había respondido a la solicitud presentada por registro hace dos semanas. Los portavoces del colectivo consultados precisaron que si no se les contesta, replicarán su solicitud en los juzgados para que sea un juez el que fuerce al Ayuntamiento a dictar esa declaración.