He escuchado esta última semana en dos ocasiones esa aseveración que, de manera recurrente, se convierte en el tema de conversación de reuniones, especialmente de representantes empresariales o de profesionales liberales. "Hay que poner a Elche en el mapa".
Se refieren a que la ciudad de Elche, a través de sus representantes en colectivos, partidos políticos o asociaciones, tenga una presencia relevante en los lugares donde se toman las decisiones, es decir, en Valencia y en Madrid. Imagino que con el objetivo de que al final, esto sirva para que nos vaya mejor a todos.
Esta semana un nuevo colectivo de profesionales que ha surgido en Elche lo incluía entre sus aspiraciones y, por otro lado, en una amena comida con el Club Rotary Elche fue también el tema principal de conversación.
De alguna manera creo que es cierto, hay que ganar cuota de poder y decisión en instituciones, en federaciones, en todo tipo de foros, pero a veces se nos olvida que estar no es ser.
Hay ahora mismo dos conselleras ilicitanas en el Gobierno Valenciano y aunque su mirada al sur es perceptible y más clara que en otras épocas, al final son conselleras de todo el territorio y así deben gestionar, para todos.
Quizá el planteamiento de “Poner a Elche en el mapa” se ha circunscrito a pensar en tres o cuatro acciones que a mi juicio, solo son escaparates o su repercusiones muy superficial.
Si el Elche C.F. estuviera en primera saldríamos en muchos titulares, pero ojo, saldría el club de Christian Bragarnik. Todavía sigo sin creerme que la repercusión económica generalizada para la ciudad sea tanta como dijeron por tener un club de fútbol en primera.
Tampoco veo que la solución pase por traer la Dama, por mucho que a los alcaldes les sirva como recurso recurrente cuando no saben que otra cosa proponer. Que me perdonen mis ocho apellidos ilicitanos, pero traer la Dama, que ya ha venido, no soluciona nuestros problemas, por mucho que represente un atractivo turístico coyuntural y según para qué turistas.
En cuanto a políticos ilicitanos en Madrid y Valencia, a las pruebas me remito. Ni teniendo una ministra de Elche. Desconozco dónde han nacido los ministros y ministras actuales, ni el presidente del gobierno. ¿Usted sí? Si hubieran nacido en Elche solo lo sabríamos nosotros y desde luego, su trabajo debería estar dirigido a todo el país, como las conselleras.
¿Saben lo que me gustaría a mí que pasara? Que Elche saliera en el mapa por la reducción de los niveles de paro y el afloramiento de las contrataciones que hay en economía sumergida. Que estuviera en boca de todos porque no ha habido ninguna mujer asesinada por un hombre porque la creía de su propiedad, es más, porque no hay ninguna persona asesinada.
Me gustaría que saliera Elche en todos los titulares porque ha conseguido reducir los niveles de contaminación de manera drástica, o por ser el municipio más concienciado con el reciclaje del último año.
Me sentiría muy orgullosa de mi ciudad si saliéramos en los listados de ciudades con menos accidentes de tráfico o porque se detectaran los niveles más bajos de acoso en las aulas.
Me gustaría que Elche fuera noticia por el nivel de excelencia y compromiso de sus empresas con el territorio.
No tengo claro si acapararíamos muchos titulares con estas acciones, soy periodista y sé de qué va esto un poco. Pero, si pensamos que la frase de “poner a Elche en el mapa” incluye el deseo de crecer de manera sostenible y respetuosa, el deseo de no dejar a nadie descolgado y avanzar en equilibrio, adelgazando brechas económicas, de educación y de bienestar, podríamos dejar de dedicar esfuerzos a salir en los titulares y empezar a trabajar en la dirección correcta y tirando todos hacia el mismo lado.
Mientras esto no lo tengamos claro seguiremos intentando que el Elche suba o traer la Dama.