VALÈNCIA. Rubén Albés llega en mood de "paz y amor" al Ciutat. Justo lo que busca en su feudo el Levante para arrancar 2024. El objetivo de la segunda vuelta granota pasa por mejorar los 32 puntos de la primera, condición prácticamente sine qua non para poder pelear las plazas de ascenso. Con 64 puntos la pasada campaña se quedaron fuera del play off, por lo que incrementar ese puntaje es una obligación. También, por supuesto, incrementar los 18 extraídos este curso como local. 18 en 10 encuentros es un pobre bagaje para el conjunto de Javi Calleja, que ha dejado de ganar en su coliseo en cinco ocasiones. No puede pasar hoy ante un Albacete en horas bajas, con una nota de suficiente raspado de su propio entrenador en el ecuador del campeonato. 25 puntos, a tres del descenso... ante una clasificación de lo más variable.
Porque si esta tarde el Levante logra la victoria podría encaramarse a puestos de promoción de ascenso; si pierde, podría llegar a tocar la décimo segunda plaza. Sería un pequeño drama de año nuevo, algo que empezaría tirando al barro el discurso de Calleja, de regreso en la ilusión por pelear el ascenso. Con cambio en los servicios médicos mediante, hoy su equipo tiene las bajas de Iván Romero, Fabrício y un Kocho que alargará lamentablemente su proceso de recuperación. Pero vuelven Vezo y Postigo para rearmar la defensa, y Andrés García como el gran fichaje de invierno en las alas, "por fuera", que anhela el entrenador en su vestuario.
Y es que, después de tres semanas de parón, este es el primer duelo con el mercado invernal de fichajes de par en par. Albés pide refuerzos para su Alba; Calleja ha de solicitarlos con la boca pequeña. El madrileño aseguró que no existen diferencias con la dirección deportiva porque las estrecheces económicas de la entidad -todavía con fecha de la Junta General de Accionistas por confirmar y sin presentar las cuentas a sus accionistas, pendientes de que la Fundación apruebe definitivamente el plan que trasladó Pepe Danvila con 13 'kilos' más por delante- están más que asumidas en el estamento técnico. No hay para firmar. Que el Levante reclute caras nuevas este enero es una quimera. Desde luego, imposible si no sale nadie, como parece querer ahora Calleja. Porque ayer sí, cerró públicamente la puerta a la salida de Cantero, a pesar de haberla dejado entornada antes de vacaciones.
