ALICANTE. El Hércules afronta 2021 con el objetivo de lograr la clasificación para la Primera División RFEF, también llamada Segunda B Pro, nueva categoría y antesala del fútbol profesional, en la que aspira a competir por cuestiones deportivas y económicas.
El salto a esta nueva categoría es el reto mínimo que se marca la entidad para el nuevo año, aunque evidentemente no renuncia al premio gordo, que sería conseguir el ascenso a Segunda División A esta misma temporada.
Tras un 2020 en el que el equipo rozó el descenso a Tercera División, el Hércules, que ya vive su etapa histórica más prolongada en Segunda B, ha logrado estabilizar su proyecto con la llegada a la dirección deportiva de Carmelo del Pozo, quien cuenta con la máxima confianza de los principales accionistas para desarrollar su trabajo a medio plazo.
De Pozo y no solo la plantilla de futbolistas, sino también el organigrama técnico de la entidad alicantina, trabajan conscientes de que los resultados del trabajo de su equipo no se verán hasta medio o largo plazo.