ALICANTE (EFE). Lluís Planagumà, entrenador del Hércules, afirmó este viernes que el Atlético Levante, próximo rival de su equipo en la Liga, es un filial equilibrado, ya que indicó que puede jugar de varias formas posibles y cuenta con jugadores jóvenes y expertos.
"Es un filial mixto, ya que cuenta con jugadores jóvenes de la cantera pero también con algunos mayores de 23 años y con experiencia en Segunda B", explicó el entrenador del Hércules.
El técnico catalán afirmó que el conjunto valenciano, pese a ser un filial, es "agresivo e intenso", pero confió en que el Hércules pueda "competir" como lo ha venido haciendo desde el inicio del campeonato y defender su liderato con una nueva victoria.
Planagumà señaló que su equipo, pese a su gran arranque de temporada tiene "mucho margen de mejora porque solo llevamos seis jornadas" e indicó que un aspecto en el que debe ir a más es "es saber jugar los minipartidos que hay en cada partido".
El preparador barcelonés justificó que gran parte de las victorias del Hércules hayan llegado en los últimos minutos al señalar que el grupo III "es muy igualado y no te permite la relajación" y que los encuentros se deciden "por detalles". "Tenemos clara la experiencia de que hay que trabajar los partidos del minuto 1 al 90", añadió.
Planagumá no desveló si podrá contar el domingo con Pablo Íñiguez, quien ha arrastrado problemas físicos durante la semana, ni con Stephane Emaná, si bien el camerunés ya está recuperado de su lesión muscular.
El preparador catalán, pese al liderato y la euforia en el entorno del club, realizó un nuevo llamamiento a la "humildad" al recordar que el Hércules es un equipo de Segunda B con entrenador, jugadores y afición de Segunda B".
"No debemos caer en las trampas que nos ponen diciendo que somos de otra categoría. Somos de Segunda B", insistió el entrenador, quien tampoco quiso quejas de su equipo sobre los campos de los rivales. "Si queremos campos mejores, sube a Segunda y los tendrás", dijo.
Por último, Planagumà se mostró "encantado" de volver a jugar en el estadio Rico Pérez para reencontrarse con los aficionados alicantinos tras la gran ovación dedicada al equipo a pesar de su derrota ante el Teruel.
"Estemos deseando jugar en casa. Tenemos ganas de que venga la gente y los necesitamos porque cada partido aquí es una final", concluyó.