en directo / OPINIÓN

Pisa, y la lectura 

26/06/2021 - 

Pisa, además de una preciosa ciudad de la Toscana italiana, famosa por su torre inclinada, es también el nombre de unas pruebas que miden el nivel de varias competencias en alumnos de quince años de países a nivel mundial. El famoso informe PISA, que cada cierto tiempo da a conocer sus cifras y que habitualmente hace que se nos ponga la cara roja de vergüenza por los datos que obtienen los alumnos españoles.

El informe del programa internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (Programme for Internacional Student Assessment) es un estudio llevado a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que revisa y evalúa, a nivel internacional, el rendimiento académico de los alumnos en las áreas de lectura, matemáticas y ciencia, independientemente de los programas escolares de los países que entran en la evaluación. Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados. PISA, según la OCDE, “solo revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico”. En su ejecución, lo relevante no es calibrar los conocimientos adquiridos en los centros educativos, sino las competencias de los estudiantes de comprensión y resolución de problemas auténticos a partir de la aplicación de conocimientos de cada uno de los tres sectores analizados por el Informe PISA.

El estudio se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes de 15 años a partir de unos exámenes estandarizados que, desde el año 2000, se realizan cada tres años en diversos países pertenecientes o no a la OCDE.

Este Informe nace en el año 2000; desde entonces, cada trienio la OCDE analiza el rendimiento de las tres áreas antes citadas, que incluyen sesión cognitiva y diversos cuestionarios. Esta evaluación se realiza gracias a diversas comisiones investigadoras; los países que forman parte de este estudio también colaboran desde sus propias entidades educativas; en el caso de España desde el Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Vamos a centrarnos en una de esas capacidades que mide el informe PISA, en este caso, en la lectura. Para empezar, según el barómetro de hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores de España, el 36% de los españoles no lee nunca. Y respecto a los menores, a partir de los 14 años el porcentaje de lectores frecuentes baja de un 79,8% a un 50,3%.

Así que con estos datos, no puede sorprendernos que otro informe de la OCDE,  Skills Outlook 2021: learning for life (Perspectiva de habilidades 2021: aprendizaje para la vida) que compara los resultados obtenidos en 26 países de la OCDE por los alumnos de 15 años en las pruebas PISA en el año 2000, y los obtenidos por los jóvenes de esa misma generación al cumplir 25, 26 y 27 años en la prueba PIAAC (evaluación de competencias de adultos) haya dado como resultado que los alumnos españoles han perdido comprensión lectora. Mientras que la media de la UE es de 13,9 y la media del estudio es de 13,5, en España, la media es de -0,6. Lo que viene a decir es que los jóvenes de entre 25-27 años en España han perdido comprensión lectora en relación a cuando tenían 15 años. Muy fuerte, ¿no?

La comprensión lectora requiere conocimiento de vocabulario y del mundo, en el que detalla tres hallazgos fundamentales en el problema de la falta de comprensión lectora: la fluidez permite a la mente concentrarse en la comprensión, la amplitud de vocabulario aumenta la comprensión y facilita un mayor aprendizaje y el conocimiento del tema aumenta la fluidez, amplía el vocabulario y permite una comprensión más profunda.

Si nos falla esta comprensión, ya hay datos que sorprenden menos. Por ejemplo, en el informe PISA, cuando se analizan las competencias de lectura para lograr navegar de forma eficaz a través de la información en el entorno digital, a la pregunta sobre si los alumnos son capaces de distinguir entre hechos y opiniones, un 41% de los españoles contestó que sí frente al 47% de media de los países de la OCDE, es decir, nuestros alumnos tienen menos capacidad de detectar informaciones sesgadas en internet.

Esto es la pescadilla que se muerde la cola. Si no leemos, menos comprensión lectora, menos vocabulario, menos capacidad de entender un problema y resolverlo. Pero también nos hace menos libres, porque nos quita la posibilidad de estar preparados para saber elegir. Y cuando no sabemos elegir, es más fácil que nos engañen. Empecemos, aunque sea por un libro sencillo, pero no perdamos la capacidad de aprender a decidir por nosotros mismos.

Noticias relacionadas

next
x