ALICANTE (AP/EFE). Alrededor de 2.500 personas se han movilizado este sábado en Alicante contra las dificultades de acceso a la vivienda y el incremento de precios del mercado inmobiliario en la convocatoria simultánea organizada en las principales capitales españolas. En el caso de Alicante, la marcha ha contado con el respaldo de una treintena de asociaciones y entidades sociales, entre las que figuraba la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el Sindicat del Barri de Carolines, o la Plataforma Alicante dónde vas, por ejemplo.
La movilización ha partido en torno a las 18:30 horas de la Plaza de Manila en un recorrido que se ha prolongado desde el barrio del Pla hasta el Centro, con finalización en la Plaza de la Montañeta, frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno, en el que los manifestantes han coreado los lemas que podían leerse en las pancartas, como "Alicante no está en venta" o "Acabem amb el negoci inmobiliari".
La protesta se ha reproducido en diversas ciudades con la celebración de varias marchas en las que también se ha denunciado la carestía y la escasez de vivienda, en citas convocadas por los sindicatos de inquilinos -con el respaldo de CCOO y UGT- que exigen una rebaja del 50% en los alquileres, terminar con los rentistas, poner fin a los desahucios y prohibir las empresas de desokupación, entre otras reclamaciones.
La marcha más numerosa ha tenido lugar en Madrid, donde los organizadores han elevado la participación entre 100.000 y 150.000 manifestantes, cifra que la Delegación del Gobierno ha rebajado a 15.000, según informa Efe. Bajo el lema "Acabemos con el negocio de la vivienda", la marcha de Madrid ha discurrido por el Paseo del Prado y la Gran Vía, en medio de gritos como "okupa y revienta la vivienda" o "gobierno progresista cómplice de los rentistas".
En València, la manifestación ha sumado a cerca de 4.000 asistentes, según cifras de la Delegación de Gobierno en la Comunitat, que han exigido la limitación de los precios de alquiler, así como las "políticas de expansión urbanística y turística". "Queremos que la ciudad sea para quien la habita", han aseverado. Bajo el lema 'Acabem amb el negoci de l'habitatge i el territori', el movimiento València no està en venda -que integran cerca de 200 colectivos y asociaciones- ha reclamado la "desmercantilización de la vivienda, la defensa de territorio y la regularización del precio de alquiler".
En Andalucía ha habido protestas en varias capitales, entre ellas Málaga, Sevilla y Granada, todas ellas con miles de personas. En la primera, una de las ciudades donde más se ha encarecido la viviendas en los últimos años, esta ha sido la tercera manifestación por el mismo asunto en menos de un año. En Galicia, centenares de vecinos han exigido en las calles de Santiago de Compostela el fin del "negocio de la vivienda" y se han celebrado protestas también en A Coruña, Ourense y Vigo.
También cientos de personas han reclamado en Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid cambios en el mercado de la vivienda, que afectan de manera más intensa a las clases trabajadoras y a los jóvenes, según la Asociación de Inquilinas. En Baleares han sido miles los que han recorrido las calles de Palma por el derecho a la vivienda y contra la especulación y masificación turística, y la inacción del gobierno regional. En Gijón, Santander, Murcia, Logroño, Las Palmas, Tenerife y Fuerteventura también han salido a las calles cientos de personas para reivindicar el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda, exigir un parque público de vivienda y protestar contra la especulación.
Freno al uso turístico
En todas ellas, los convocantes han solicitado contratos de alquiler indefinidos, la recuperación de viviendas vacías, turísticas y en alquiler de temporada, que se prohíba la compra de casas si no es para vivir en ellas, que se "desarticulen" los grupos de desokupación y la ampliación del parque público de vivienda mediante las casas de la Sareb y expropiaciones.
El foco de sus críticas ha sido el Gobierno, al que acusan de estar del lado de los "rentistas" y no hacer nada para frenar la especulación, las inmobiliarias, los portales, las plataformas de alquiler turístico como Airbnb, y las empresas de servicios como Alquiler Seguro. Los manifestantes han coreado gritos contra la ley de vivienda del Ejecutivo central y han exigido que "gobierne quien gobierne" se defienda el derecho a la vivienda.
Por su parte, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha dicho en su cuenta de X: "Muchas personas han salido a la calle para reclamar algo que comparto: las viviendas deben ser para vivir y no para especular. Solo lo lograremos si todas las administraciones nos comprometemos por igual".
Además, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, ha instado en un acto en Zaragoza a las comunidades autónomas -las "principales responsables" y "competentes" para ello- a que apliquen la ley de vivienda.
El Banco de España calcula que hacen falta cerca de medio millón de casas para cubrir la demanda, al tiempo que el sector denuncia la falta de suelo finalista y el bloqueo de la reforma de la ley de suelo, la falta de agilidad en los trámites y licencias y la elevada carga impositiva que soporta la vivienda.