ELCHE. La Coordinadora de Familiares y Usuarios de Residencias de la Comunidad Valenciana, ReCoVa, vuelve a denunciar problemas importantes en la residencia de Altabix con la llegada del verano, otra vez exigiendo la rescisión de la contrata, que según la conselleria y el equipo de gobierno finaliza en octubre, por lo que es mejor esperar que expire, mientras que los familiares opinan que acaba en 2023. En cualquier caso, advierten de problemas en persianas, aire acondicionado o la movilidad interna de la residencia, y denuncian también quejas de otra residencia, DomusVi Aljub.
"Llevamos más de 2 años batallando con la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas que es la responsable principal de lo que ocurre en esta residencia pública con concesión privada", señalan desde la coordinadora, recordando que el Síndic de Greuges recomendó tras los "gravísimos incumplimientos" que se detectaron en las inspecciones promovidas por las denuncias de familiares, que debía rescindirse la concesión con la empresa concesionaria. La residencia acumula sanciones de 110.000 euros y un expediente que puede llegar a 80.000.
En febrero de este año volvieron a pedir esa rescisión y en esa ocasión argumentaron que la concesión acababa en octubre de este año y que para lo que quedaba no era necesaria esa intervención. Sin embargo, inciden, y tras solicitar información a Conselleria desde entonces en repetidas ocasiones, "nadie nos revela qué va a ocurrir, y desde dentro todo apunta a que acaba en agosto de 2023". aseguran, añadiendo que sienten que se les está tomando el pelo. "Máxime cuando siguen sucediéndose problemas graves en esta Residencia ilicitana".
Jardín reformado al que los familiares denuncian que no pueden salirPor otra parte, después de ocho años con un jardín en ruinas con el suelo levantado, escombros y ratas, "han terminado la obras desde hace más de una semana pero no pueden salir al mismo, ni las auxiliares sacan a los más dependientes porque las dos puertas de emergencia que salen al mismo están con cadenas y candados. Hace ya mucho que denunciamos que esas puertas de emergencia estaban en mal estado. No sabemos el motivo de privarles de disfrutar de este espacio que tanto hemos reclamado y peleado". La asociación de familiares recuerda que necesitan la vitamina D y salir al aire libre "para la mejora de sus ya inmunodeprimidos organismos. Esto es surrealista. ¿Están en una cárcel? Es su casa, su hogar, que no se nos olvide".
Por otro lado, claman de nuevo contra la gestión porque sigue habiendo "persianas rotas y cortinas sin colgar y han puesto unos topes en las puertas correderas de cada balcón de las habitaciones que impide abrirlas más de 5 centímetros". Explican que les han transmitido que es para "evitar cualquier intento de suicidio. Si los dos residentes de la habitación en cuestión quieren que se los retiren, deben firmar una declaración asumiendo el riesgo y exonerando de cualquier responsabilidad a la empresa". Asimismo, aseguran que de noche hay orden de no encender el aire acondicionado "y con la mayoría de balcones con topes, el calor es insoportable. Esta pasada noche las auxiliares no llevaban ni agua en los carros en los que les ofrecen comida, solo zumos y calientes".
Además también añaden que faltan botellas de agua en las habitaciones a pesar de estar establecido en el pliego, algo que han reclamado en "innumerables" ocasiones. Explican que "las habitaciones con condensadores de oxígeno, tienen además un extra de calor increíble que convierte la habitación en un infierno por la noche. Y todo esto, en plena ola de calor". Sobre la dieta añaden que no les pueden dar yogures bajo el pretexto de que son escasos, por lo que las familias se preguntan qué tipo de planificación y organización hay en la residencia. "Y hay muchísimas quejas con relación a la comida y sus texturas, por ejemplo refieren que los guisantes están duros".
Por último, y sobre la atención sanitaria, aseveran que "les faltan 3 enfermeros/as y esto supone que suprimen una de las dos enfermeras que debe haber en el turno de mañana. Una sola enfermera en ese turno matinal para 116 residentes es una barbaridad. No llega a todo y eso se traduce en un déficit de cuidados. Tenemos miedo los turnos vacacionales porque no se suelen cubrir las bajas como corresponde en período estival. Además no hay grúa de bipedestación y esto dificulta el trabajo de las auxiliares". Sienten que les están tomando el pelo porque "nadie se hace responsable de estos gravísimos incidentes, ni Generalitat, ni el Ayuntamiento". Algo que a nivel municipal reprochó la oposición al bipartito, que evitó reprobar a la vicepresidenta y consellera del área Mónica Oltra.
Por su parte, aseguran estar recibiendo un sinfín de quejas respecto del lugar que ha dispuesto la dirección de esta residencia para las visitas. "Teniendo un jardín en la parte de detrás mucho más fresco, han puesto unas sombrillas en la entrada de la residencia con mesas y sillas. Allí es indigno mantener una visita, a 35 y 40 grados. Con todo el verano por delante, reclamamos que cambien la ubicación. El calor es insoportable. Además la normativa prevé que deben habilitar espacios bien ventilados para las visitas que permitan garantizar la intimidad de la interacción familiar. Sólo habilitan un pasillo y la intimidad es nula".
También aseveran que la normativa prevé que el familiar pueda revisar el armario del residente, pero que en esta residencia "eres escoltado mientras lo revisas después de 2 años sin entrar. Y además te indican que hasta que cambie el tiempo en noviembre no puedes volver a acceder. Lógicamente interpretan la normativa a su conveniencia. Y en esto Generalitat ayuda, con textos normativos que les dan mucho poder", lamentan. Reportan que también hay quejas por la calidad del agua y falta de hidratación de los residentes, así como que falta supervisión en algunos momentos en las salas de estar.
