Hay un libro muy recomendable del profesor de filosofía política Daniel Innerarity titulado “Política para perplejos” que aborda de modo ágil los principales problemas que amenazan a las sociedades actuales y el panorama de incertidumbre que presenta el fin de las certezas. Como ciudadana “perpleja” quisiera describir mi asombro tras las últimas noticias de la semana que acaba y que nos han ofrecido los distintos medios de comunicación (¡qué gran labor la suya¡). Me gustaría tener más tiempo para analizarlos de un modo más pausado pero sólo resaltaré algunas que me han llamado poderosamente la atención.
Por una parte leo; https://alicanteplaza.es/el-pspv-promueve-una-comision-para-que-el-bipartito-cumpla-los-acuerdos-plenarios que el Partido Socialista del Ayuntamiento de Alicante ha pedido la creación de una comisión que fiscalice los acuerdos plenarios, en especial, el seguimiento de las mociones y las declaraciones institucionales porque no tienen constancia de los pasos que se están realizando para ponerlas en marcha, aun presuponiendo que existe por parte del equipo de gobierno voluntad de hacer cumplir estos acuerdos, según ha manifestado el portavoz socialista Paco Sanguino. Aunque parezca que la petición pudiera parecer “extraña” porque las resoluciones aprobadas, se presumen deben ser vinculantes y deben cumplirse, Paco Sanguino está completamente asistido de razón porque existe una mala práctica típica en muchos ayuntamientos donde se aprueban resoluciones en Plenos que después quedan en saco roto y de las que no se vuelve a saber más. Ocurre igual en muchos Parlamentos autonómicos. En el caso concreto de los Ayuntamientos de grandes ciudades desde que la mayoría de las decisiones se adoptan en Junta de Gobierno, los asuntos tratados en los Plenos quedan relegados a la propagada y poco más, luego ocurre como dice el refrán; si te vi ya no me acuerdo.
Otra noticia que también me ha dejado atónita ha sido el episodio del Ministro “Ábalos” Sabemos que los políticos mienten, no es nuevo, lo hizo Felipe González con el No a la OTAN; lo hizo Acebes con la gestión del 11M, lo hizo Gallardón cuando afirmó que despolitizaría la justicia y la constriñó un poco más, lo hizo Pablo Iglesias que venía a limpiar la casta, lo hizo Pedro Sánchez diciendo que incluiría el delito de referéndum ilegal en el Código Penal….
Los ciudadanos ya tenemos asumido que los políticos nos mienten a la cara una y mil veces pero la última “bola” que nos ha contado el ministro Ábalos con el episodio del avión recibiendo a la número dos de Venezuela creo que ha excedido todos los límites.
Hasta seis o siete versiones circulaban sobre la visita, que si no la vio, que la vio, que la señora no bajó del avión, que cambió a otro avión pero no pisó suelo español, (iría en brazos de alguien, no cabe otra forma), que la vio porque se lo dijo Marlaska, que no se reunió, que se encontró……en fin…un episodio vergonzante no sólo por el fondo sino también por la forma. Delcy Rodríguez no tiene permiso de la Unión Europea para acceder al espacio Schengen porque es una de las 11 dirigentes Chavistas sancionadas por la Unión Europea por ser” responsables de violación de Derechos Humanos y de socavar el Estado de Derecho en Venezuela”, según un comunicado oficial publicado por los 28 países de la Unión Europea. Además del fondo que ya es relevante, se añade la chapuza en las formas. Las increíbles explicaciones del encuentro del ministro con la señora en un avión, a escondidas, de noche, en tierra de nadie, parecían sacadas de una película de suspense. El suceso se ha engrandecido además porque Ábalos no es cualquiera, es un peso pesado del nuevo PSOE, recuérdese que es él quien defendió la moción de censura constructiva contra Rajoy porque Pedro Sánchez no era diputado y no lo podía hacer. Ábalos es la cara del Presidente del Gobierno. Mi opinión personal es que se comió un “marrón” que no era suyo, de ahí esa afirmación tan chulesca que expresaba “no me voy”, porque él no es responsable, actuaba como un mandado de alguien con más poder.
Por otra parte, a mitad de la semana el presidente Quim Torra era desprovisto de su acta/ estatus de diputado para dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal Supremo que confirmaba la resolución de la Junta Electoral Central. Su escaño fue sustituido por la persona que le seguía en la lista electoral pero sin embargo no se sabe en virtud de qué atribuciones “paranormales” hizo una declaración institucional diciendo que se aprobarían los presupuestos y después se convocarían elecciones. Para ser Presidente de la Generalitat debe ser diputado tal y como establece el artículo 67 del Estatuto de Cataluña, (el Presidente se elige de entre sus miembros). Las alegaciones del Presidente del Parlament; Torrent (quién hábilmente no ha querido seguir los pasos de su predecesora Carmen Forcadell) para cumplir la resolución del Tribunal Supremo, fue que si contabilizaba el voto de Torra, corrían peligro de validez legal las decisiones que adoptara el parlamento. Cabe preguntarse cómo es posible que Torra, sin ser diputado haga declaraciones institucionales o ¿vaya a convocar elección alguna? La semana próxima está previsto que el Presidente del Gobierno se reúna con Torra, pero en estos momentos jurídicamente; ¿quién es Torra?, un simple ciudadano.
Voy a pedir cita a Pedro Sánchez a ver si me atiende a mí también, quiero hacerle algunas propuestas de reformas legales…
En fin, estoy segura de que seguiremos acumulando capítulos de “perplejidad”.