ELCHE. Después de una semana convulsa en Ciudadanos en la que en Elche se cerraba el asunto del cargo de confianza —motivo de disputas y tensiones internas, que aún siguen dependiendo de los frentes abiertos— y en la que el secretario de Organización autonómico de Ciudadanos, Emilio Argüeso, con la colaboración del responsable de Institucional, Jesús Gimeno, aprovecharan la salida de Toni Cantó de vacaciones para colocar a sus asesores en la Diputación de Alicante, Argüeso culminaba la semana con una comida el martes 13 en el Huerto del Cura ilicitano.
Tras el desembargo realizado en la Diputación, el objetivo de Argüeso y sus cargos más afines era exhibir ese músculo en Elche, mostrando las fuerzas con las que cuenta. Eso sí, más en clave autonómica que ilicitana, aunque también sirvió de aviso a navegantes tras la jugada del portavoz local, Eduardo García-Ontiveros, de haber colocado a una persona de su confianza —Irene Ripoll— y no de la de los Crisol y el propio Argüeso, Paz Gallud. Una comida con alta representación de cargos públicos, con miembros de diversos consistorios de la provincia de Alicante. Sin embargo, dependiendo de las fuentes consultadas, el relato de esa exhibición de músculo es relativo. Pese, el acto supone un acto de fuerza en toda regla para futuras decisiones y para que se respeten qué decisiones que emanan desde València o Madrid.